martes, 22 de abril de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Santa María la Mayor. Roma

 

Santa María la Mayor. Roma

Abril, 22, martes.

 

Estos días está en las portadas de periódicos, informativos de las televisiones y emisoras de radio. Todo el mundo, o parte, del mundo, claro interesado por estas cosas va a saber de ella. El Papa Francisco, ha dejado dicho, en su testamento, que quiere que lo entierren allí.

Forma parte de las Basílicas Mayores de la Ciudad Eterna, conjuntamente con San Pedro, en el Vaticano; San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros, o sea, que estaba fuera de la ciudad.

Fue fundada por el Papa Liberio sobre una basílica romana tras el Concilio Éfeso que declaró la maternidad divina de María, en el siglo IV. Posteriormente, tras el Cisma de Avignon, fue residencia de los Papas, antes de que finalizasen las otras del Vaticano, que a la postre sería su residencia.

En ella están enterrados, entre otros, Clemente VIII, Paulo V y san Pío V. Además de Bernini y una hermana de Napoleón. Muestran en la capilla paulina restos de lo pudo ser el pesebre de Belén y mosaicos relacionados con el nacimiento de Jesús; guardan reliquias de San Ambrosio, san Matías y de otros santos.

San Pío V difundió la doctrina del Concilio de Trento, la Contrarreforma, estandarizó el rito romano dentro de la iglesia latina y declaró Doctor de la Iglesia a Tomás de Aquino.

Participó en la Liga Santa que coaligó a República de Venecia, la Santa Sede y España para luchar contra los turcos. La batalla se llevó a cabo en el Golfo de Lepanto, al sur de Grecia. Participaron, entre otros, don Juan de Austria al que la Historia reconoce como el triunfador, Andrea Doria, experto marino conocedor del mar conjuntamente con don Álvaro de Bazán y un ‘tal’ Miguel de Cervantes que perdió un brazo. La leyenda dice que el Papa Pío V conoció el desenlace la batalla mientras rezaba el rosario.

La Basílica de Santa María la Mayor también se conoce como la Basílica de Santa María de las Nieves, en recuerdo de una nevada, un cinco de agosto, en siglo IV. Una intensa nevada cubrió las cumbres que rodean Roma. Se interpretó como un milagro.

Santa María la Mayor está muy ligada a España. Se dice que su techumbre, de estilo renacentista, se doró con el primer oro venido de América que donaron los Reyes Católicos. Contribuyó a su esplendor Felipe IV – de él, dijo Quevedo que era como los hoyos, más grande, cuanta más tierra le quitaban- pero esa es otra historia. Está muy ligada a la Monarquía Española, alberga todos los estilos del arte y, ahora, en estos días, noticia por acoger los restos del Papa Francisco, muy devoto del icono de la Virgen que la preside…




 

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