viernes, 21 de marzo de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Jabalíes

 

                                             


 

Algunos niños de la mediación del siglo XX acudíamos a un vetusto edifico que antaño había sido hospital. En aquella España de posguerra y necesidad se habilitaba como escuela. Reunía todas las cualidades para no serlo, pero…

Como libro de texto, la Enciclopedia Álvarez en sus tres grados. Un lápiz – algunos privilegiados, un caja de lápices de colores Alpino – una goma “Milán”… En la pared, (había más cosas ) una pizarra y un mapa de hule ajado donde las Islas Canarias ocupaban un recuadro en medio del mar en un sitio que no era el suyo.

Pupitres bipersonales; tinteros de porcelana que no se usaba nunca. Las libretas, de color sepia de una o dos rayas. En la portada, enmarcados, una colección de animales: leones, jirafas, elefantes, jinetas, jabalíes…; en la contraportada, la aborrecida tabla de multiplicar. Yo siempre me recreaba en la primera parte…

No recuerdo – entonces no sabía ni que existían – si fue Altolaguire o Prados quien escribió que “Málaga sin moros en el puerto, palmeras y palomas en el parque y gatos en el Guadalmedina, no sería Málaga”. Más o menos. Años después el maestro Alcántara – a quien también entonces desconocía – escribió: “Disfrazada de gaviota, / la paloma de Picasso / se bajó de su palmera / y se fue a vivir a un barco”.

Siguen su tránsito los magrebíes hacia Melilla a donde va ese correo que baña con su rebufo a los poco precavidos que no recogieron a tiempo las toallas del rebalaje. En el Guadalmedina ya no hay gatos.

No está tampoco la jaula con pajarillos en los jardines de Pedro Luis Alonso a los pies de Puerta oscura y sí siguen las palomas en el parque.

Ahora se ha aumentado la fauna. Los jabalíes de las portadas de las libretas se han bajado a los parques de las ciudades, a los contenedores de basura, a las viviendas de las afueras.  En Málaga se han visto en Ciudad Jardín y en el Cerrado de Calderón, pero hasta ahora no habían tenido la osadía de darse un paseo por el centro.

Hace unos días, una pandilla de intrépidos animales, se dieron su paseo. Su nombre, Sus Scrofa. Es un mamífero artiodáctilo de la familia de suidos. Es lo que dice la Ciencia. La realidad… es otra cosa. Pueden atacar al hombre. Son trasmisores de enfermedades y de pintorescos tiene muy poco.

Es una plaga. Se les ha quedado pequeño el campo. Alguien tiene que tomar medidas a ser posible antes de que vengan las lamentaciones. Luego, será tarde. Ya se sabe en España acudimos a solucionar algunos problemas cuando ya no hay remedio.  

 

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