lunes, 24 de marzo de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El campo

 



Era poco más de media tarde. La carretera salva las estribaciones de las sierras en un regate interminable como lo niños cuando jugaban en la calle con una pelota de trapo. A un lado. la sierra de Abdalajís; al otro, las Cuerdas. Bajan del Torcal. Exhaustas de entregan a la campiña.

Entre el cortijo del Guirrete y el Puerto de Álamo, a la derecha, el campo regala la belleza que encierra en su interior en estos primeros días de primavera. Abajo, no se ve, el arroyo de Las Piedras viene desde los Prados de Eslava. Da tumbos, mordidas sórdidas a la campiña y luego, cuando ya sin fuerza llegue al río, al Guadalhorce, entregará los tratos de matar porque el toro se ha ido vivo a los corrales.

Hasta siete – siete eran los días de la Creación – tonalidades de verde regala el campo. El sol lleva su camino; el viajero, también. El viajero piensa en esas cosas del mundo que salen en lo telediarios. Se he roto el mundo. Mejor, se han roto los hombres que no ven la mano de Dios abierta y generosa en lomas sembradas de vida.

Hay jaramagos – este año, por cierto, tiene una cosecha soberbia – en medio de los sembrados. Han abierto el camino. Le han seguido las magarzas, los alcauciles, los cardos, algunas amapolas tímidas que en cuanto caliente un poco el sol, vendrán a regalar color con las manos llenas.

En esos zarzales del borde de la carretera debe haber ya algún pajarillo husmeando el sitio para hacer allí, precisamente allí, su nido. En la campiña lo harán las alondras, las cogujadas, la perdiz roja esa que tiene un vuelo muy intenso pero breve…

Las últimas estribaciones del Torcal han llegado al borde del sembrado. El camino – ahora ya es carretera asfaltada, estrecha, con curvas, pero carretera, lleva la Joya y a los Nogales y a la Higuera y… Allí nacen arroyos, bravos ellos, que cuando ven la batalla y la guerra perdida, se entregan a otros y así…

Echo mano a Juan Ramón y leo que le pregunta a Platero ¿tú nos ves, verdad? Y le pregunta por el agua de la noria que se ríe en paz, clara y fría, y por las abejas en torno al romero verde y malva y por las mariposas…

El telediario de hace un rato ha dado una mala noticia - ¡otra más! – y ha informado que un viento huracanado ha arrancado de cuajo el pino centenario donde Juan Ramón… Sí, el pino ya no podrá decir que bajo su copa dormía platero para siempre…

No hay comentarios:

Publicar un comentario