25 de noviembre, lunes. Escribió
Gerardo Diego unos versos bellísimos al Duero. Sí, ese río que nace en los
Picos de Urbión, cerca de la Laguna negra, pasa por Soria, Aranda… y luego se
va a Portugal y entra bajo un puente por Miranda - do Douro - donde
decía Saramago que los peces no presentaban el pasaporte porque nadaban por
aguas suyas…
A lo que iba. Escribió: Río
Duero, río Duero / nadie a acompañarte baja; / nadie se detiene a oír tu eterna
estrofa de agua…, y agregaba: indiferente o cobarde, la ciudad, / vuelve la
espalda..” No es el caso porque no se trata del Duero ni de ningún otro río. Es
la esquina de la Vera Cruz. Un transeúnte revuelve hacia el Camino Nuevo. El
Duero, por Soria, aunque lejos, sabemos que va al mar. ¿Adónde ira ese hombre
solo tan de mañana?
La veleta apunta a Levante;
nubes de tránsito. No dan agua. Como tiene que ser cuando el aire viene de ese
sitio que, en verano, temprano pone el día muy nublado, pero luego, a medida
que entra, abre.
La pared, blanquísima, da
acogida a un mosaico. Muestra a la Piedad. Debajo una inscripción con los
versos del profeta - la foto de Felipe no puede recogerlos – pero son esas
palabras de Jeremías: “Oh, vosotros que pasáis por el camino mirad y ved si hay
dolor semejante a mi dolor”.
Las chicas, van a lo suyo, o sea o a la feria o la romería. Eso es lo de menos. El teléfono móvil en ese momento es la guía segura que marca, impera y manda. Se le obedece ciegamente. Su paso - el de las chicas - firme, seguro; el momento plástico, impresionantemente bello.
La iglesia de la Vera Cruz, de sabor y estilo popular ha experimentado varias reformas. La primera en 1888; los gastos 945 pesetas y 73 céntimos. Contribuyó el Obispo Spínola, el párroco, los vecinos y la fábrica de la parroquia; la segunda, en agosto de 1898, Se elevó el altar mayor, la nave principal, techos y tejados nuevos. El Estado aportó 5.452 pesetas 31 céntimos, 612 con 29 céntimos de los fieles. La tercera, 1913, a expensas de una colecta promovida para celebración de las Fiestas Constantinianas. La última, a finales del siglo XX.
Corre la leyenda que se
levantó el templo con el dinero de la venta de los moriscos. Es algo harto
difícil. Su construcción se inició en 1550; los moriscos fueron expulsados
entre 1610 y 1614… Ya se sabe los ríos corren siempre para la mar. Hacia atrás,
imposible.
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