lunes, 25 de noviembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Vera Cruz

 

 

                                            


 

25 de noviembre, lunes. Escribió Gerardo Diego unos versos bellísimos al Duero. Sí, ese río que nace en los Picos de Urbión, cerca de la Laguna negra, pasa por Soria, Aranda… y luego se va a Portugal y entra bajo un puente por Miranda - do Douro - donde decía Saramago que los peces no presentaban el pasaporte porque nadaban por aguas suyas…

A lo que iba. Escribió: Río Duero, río Duero / nadie a acompañarte baja; / nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua…, y agregaba: indiferente o cobarde, la ciudad, / vuelve la espalda..” No es el caso porque no se trata del Duero ni de ningún otro río. Es la esquina de la Vera Cruz. Un transeúnte revuelve hacia el Camino Nuevo. El Duero, por Soria, aunque lejos, sabemos que va al mar. ¿Adónde ira ese hombre solo tan de mañana?

La veleta apunta a Levante; nubes de tránsito. No dan agua. Como tiene que ser cuando el aire viene de ese sitio que, en verano, temprano pone el día muy nublado, pero luego, a medida que entra, abre.

La pared, blanquísima, da acogida a un mosaico. Muestra a la Piedad. Debajo una inscripción con los versos del profeta - la foto de Felipe no puede recogerlos – pero son esas palabras de Jeremías: “Oh, vosotros que pasáis por el camino mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor”.

Las chicas, van a lo suyo, o sea o a la feria o la romería. Eso es lo de menos. El teléfono móvil en ese momento es la guía segura que marca, impera y manda. Se le obedece ciegamente. Su paso - el de las chicas -  firme, seguro; el momento plástico, impresionantemente bello. 

La iglesia de la Vera Cruz, de sabor y estilo popular ha experimentado varias reformas. La primera en 1888; los gastos 945 pesetas y 73 céntimos. Contribuyó el Obispo Spínola, el párroco, los vecinos y la fábrica de la parroquia; la segunda, en agosto de 1898, Se elevó el altar mayor, la nave principal, techos y tejados nuevos. El Estado aportó 5.452 pesetas 31 céntimos, 612 con 29 céntimos de los fieles. La tercera, 1913, a expensas de una colecta promovida para celebración de las Fiestas Constantinianas. La última, a finales del siglo XX.

Corre la leyenda que se levantó el templo con el dinero de la venta de los moriscos. Es algo harto difícil. Su construcción se inició en 1550; los moriscos fueron expulsados entre 1610 y 1614… Ya se sabe los ríos corren siempre para la mar. Hacia atrás, imposible. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario