18 de noviembre, lunes. Un
hervidero de gente constante. Sube, baja; va o viene; pasea... Da lo mismo.
Ríos humanos, desde Gran Vía por Preciados, por la calle de la Montera o por la del Carmen; desde el Palacio Real, por Opera
y la calle del Arenal; desde el barrio de las Letras, por la Carrera de San
Jerónimo; desde la calle Mayor…
Ha cambiado desde sus orígenes
una barbaridad. ¿Por qué Puerta del Sol? Hay para todos. Unos opinan que era
una puerta abierta en la muralla primitiva al lugar por donde sale cada mañana
la luz que alumbra el día; otros, que era por un sol ‘pintado’ sobre la puerta…
Muy pocas veces, tres letras “SOL” dan tanto.
En uno de sus laterales,
conforme se entra en la calle Mayor, estaba el convento de San Felipe, “el Real”.
En su escalinata tomaba asiento el mayor mentidero de Madrid. Entonces ni había
prensa pesebrera, ni redes sociales, ni telefonía para trasmitir chismes. Solo
una cosa ha pervivido: había tantos sinvergüenzas y vividores como ahora,
proporcionalmente, claro.
Por esa escalinata dicen que
pasaban – es un decir – Lope de Vega, Cervantes, Tirso de
Molina, Calderón o Quevedo. Probablemente entre ellos hablaban poco. La
rencilla, el odio y el desprecio entre sí era proporcionalmente inverso a la
calidad de sus obras. Algunas aún no se han superado. Aquella España de
miseria, hambre y pobreza tenía…. ¡su siglo de Oro!
En uno de los laterales, un
edificio emblemático. Dicen que en su construcción intervino el diablo. Por lo
que vino después a lo mejor esa sospecha puede tener algo de veracidad. Fue Ministerio
del Interior, Comisaría de Policía o Dirección General de Seguridad donde se
torturó a mucha gente… En la actualidad alberga la sede de Comunidad de Madrid.
En su puerta, desde el kilómetro cero se miden las distancias de las carretera
radiales de España, o la numeración de las calles de la capital; en su cumbre
el reloj que anuncia que entra un nuevo año.
Se cuenta que siendo Dirección
General de Seguridad. En una redada, época de Franco, casi al final, detiene a
Dionisio Ridruejo que ya discrepaba del Régimen.
- Hombre, don Dionisio, le
pregunta , el comisario de servicio, usted que escribió “volverán banderas victoriosas”
y esta noche, aquí ante mí…
- Por eso, por eso… respondió.
Sol. Gente que va y viene, que
llena a cualquier hora del día la plaza, lugar al que se acude como a una
llamada totémica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario