viernes, 22 de noviembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cae la nieve

 

 

                                   


 Destrozos de la riada del río Guadalhorce, 29 de octubre 2024. Álora

 

29 de noviembre, viernes. El telediario ha puesto unas imágenes de Paris. Nieva copiosamente. París está blanco. Cae la nieve.  Tiene – siempre está bellísimo – hoy un encanto especial. Me acuerdo del Parque de Bolonia, de Monmartre – Montarmartre 1514, de sueños imposibles – de los Puentes del Sena, de...

Un muchacho siciliano, hijo de un minero emigrante en Bélgica escribió una balada preciosa allá por los años sesenta: “Cae la nieve”. Y dijo, entre notas dulces: “Y esta tarde no vendrás / cae la nieve / y mi amor de luto está… Y agregó: “Es como un cortejo / de lágrimas blancas / y el pájaro canta / las penas del alma“… El muchacho se llamaba y llama Salvatore Adamo.

En algunas tierras de España el agua de color turbio ha sembrado otro paisaje: muerte y ruina. Luto, desesperación. La muerte se ha adueñado de la Huerta Baja de Valencia, de la Albufera y de Letur.

En televisión uno de los que no han empatado con nadie ni distinguen un granado de un algarrobo (por decir algo) pontificaba justificando la no limpieza de los cauces “porque la vegetación -decía - y la maleza frena la velocidad del agua” (Tal cual, y ni se inmutó).

En las riberas del río Guadalhorce la cosa se ha quedado un poquito más corta. La muerte ha pasado de largo. Hemos tenido un algo de suerte. Solo daños materiales. Quizá por eso nos han pasado a segunda división.  Han llegado ayudas – o dicen que van a llegar – a los municipios para atender problemas que afectan a colectivos: caminos, captaciones de agua, fuentes, carreteras, redes eléctricas…

Los agricultores del Guadalhorce, abandonados a su suerte. No se ha abierto ninguna línea de ayuda.  Algunos sindicatos piden valoración de daños, pero a título informativo. (Vamos, que hagamos el trabajo y ellos lo publicitan en sus revistas). Ni la Administración Central ni la Autonómica, pasado el momento de la foto, se han movido ni han abierto lugares oficiales donde se pueda acudir para presentar su situación. No han habilitado técnicos que evalúen y valoren daños en cosechas, infraestructuras, arbolado…

Los agricultores jóvenes se han echado al campo. Limpian brozas, barro, árboles arrasados…. Hace unos días me entrevisté con un político defenestrado en las últimas elecciones. Me dio un consejo: “Haced una asociación de afectados y salid a los medios a estos – me agregó - solo les mueve el susto del escándalo”.  ¿Saben una cosa? Me limité a sonreir… ¿para qué seguir?

No sé si aún cae la nieve sobre Paris… Por aquí tenemos dos opciones: volver a empezar o…

 

 

 

 

 

 

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