16 de noviembre, sábado. A
mediodía me he llevado el mazazo. Las aguas del río están turbulentas. Las del
río que va por la vega al mar “que es el morir”, ya sabes, y las del otro. Me
siento delante del papel en blanco. Tengo frío por dentro. Echo mano de tus
libros: abro, leo, releo, escribo:
350 AÑOS. Al Señor de las
Torres (1991)
“Trescientos cincuenta años
punzando tu sien divina,
bajo los tirabuzones,
tosca corona de espinas”.
(Álora
Eterna…1992)
HOY
“Quizá mañana sea tarde.
Hazlo hoy”.
(En carne viva,
2010)
CAMINOS
“Me reconforta soñar
revolera de caminos
que no tengan más destino
que la meta de la paz”.
(Calidoscopio, 2006)
FLAMENQUERÍAS
“En este mundo tan falso
no tengo mayor tesoro
que mi soledad de oro.
Con ella me he desposado”.
(Del agua enamorada. 1994)
ABDICACIÓN
“Por tener los ojos cansados
de tanto otear caminos.
Al amor que nunca vino
ya le he puesto el epitafio”
(Verdad desnuda, 2017)
A NINGUNA PARTE
“Redoblan los tambores. La
cruz-guía
marca el itinerario doloroso
del beso que se fue a ninguna
parte”.
(Rosa pálido, 2008)
CUANDO QUIERAS
“Creo haber representado
en el teatro del mundo
con fe y ahínco profundo
aquel papel asignado.
Ahora, ya viejo y cansado,
me dirijo a Ti, Señor,
por si el último favor
concederme a bien tuvieras:
Que me llames cuando quieras…
¡Cuánto más pronto mejor”
(67 Décimas, 2012)
Gracias Antonio, Antonio
Vergara, que se nos fue un día de otoño de tiempo revuelto. Ahora se fumará, no sabemos dónde, la otra
mitad puro que siempre guardaba para luego…
- Deja el tabaco, era la manera
de despedirnos cada vez que te veía.
- “Eso mismo, me dice el
médico, pero yo no le hago caso…”
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