martes, 19 de noviembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Hoy

 

        

         


19 de noviembre, martes. El silbato del aparcacoches suena incesantemente. De vez en vez sobresale una voz ronca, aguardientosa: “hay hueco, hay hueco, continúen que hay hueco”.  Quiere orientar, desde la distancia, a los conductores que buscan y rebuscan. Cuando le parece grita: “hay cámaras ocultas, oigan, hay cámaras ocultas”: ¡Qué arte!

Esta madrugada, casi al amanecer, ha caído un chaparrón. La calle está mojada. Poca cosa – sigue el silbato de Antonio, porque el aparcacoches se llama Antonio, que sobresale sobre el ruido de la calle – y la calle se seca lentamente.

La gente se acerca, en un chorreo continuo, al cajero del banco. Hay quien saluda a alguien. Deben conocerse o simplemente es un gesto de buena urbanidad. Algunos modales se pierden con el tiempo. En Verbena de la Paloma don Hilarión cantaba aquello de hoy las “ciencias adelantan que es una barbaridad”. Pues si viese, usted, como han cambiado los tiempos…!

En la radio dicen que el tema de Muface obedece a dos objetivos: asfixiar a las comunidades en las que gobierna el PP y otra, apropiarse de unos fondos que, al parecer, tienen acumulado en ese ente que acoge a un montón de funcionarios. No sé, si además de esto que dicen hay alguna otra causa inconfesable.

Las imágenes que llegan de Valencia muestran que, poco a poco, recobran cierta normalidad en el aspecto exterior. Están limpias las calles, menos barro, fachadas y puertas que no existen, pero y por dentro ¿cómo está la gente de Valencia por dentro? A la ruina material se le ha unido una losa sobre sus almas. Hay mucha gente que, en la distancia, sufre con ellos. Eso quizá no les sirva de mucho pero ahí queda.

La terraza del bar de enfrente está llena de gente que desayuna. Mucha gente prefiere ir al bar a hacerlo en su casa. En casi todas las mesas: café, aceite, pan… El camarero va y viene. Como hace buen tiempo todavía hay quien prefiere sentarse en la calle a hacerlo dentro.

Ya han llegado los ‘pascueros’ a la tienda de enfrente. Los tienen expuestos en un carrito de ruedas que sacan a la calle para hacer picar a los transeúntes. Hay cosas que van inherentes a las fechas: crisantemos en los Santos, Pascueros en Navidad, Chumbos - en la esquina del Chismo, en verano… Ah, no, eso era antes, ya no, desde que … ya no hay chumbos – son las cosas que pasan en la noria de la vida.

La prensa escrita habla de cambio de cromos en Bruselas, de la vuelta de los Reyes a Valencia, Putin firma un decreto que permite el uso más amplio de las armas nucleares… Nadal, está en Málaga.

“Hay hueco, hay hueco” dice el aparcacoches...

 

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