lunes, 31 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cabañuelas
31 de julio, lunes. El
campo tiene su ley y su marcha. El campo se las apaña para andar el camino, o
sea, sus caminos porque no es uno solo, sino varios y según qué, aplica un
remedio o busca la solución para todo lo que se presente. El campo marca sus
rutas y de entrada el refranero lo expresa con esa filosofía parda muy útil y
muy práctica. “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Todo a su
tiempo.
De entrada, su calendario propio que se basa
en la observación comienza, con el primero de agosto, a desentrañar las posibles
incidencias climatológicas que se presenten. Dicen que a esa observación se les
conoce con el nombre de cabañuelas. Según se comporte la climatología a
la salida del sol, al mediodía o en el ocaso, coordinándolo con la otra
mediación de mes, así será el tiempo que haga durante todo el año. Ni es fácil
la predicción, ni es científico ni verosímil el resultado.
Con estas consideraciones se me
vienen a la mente aquello que se cuenta de Noé, que cuanto vio como comenzaba a
llover, mandó a todo el personal – animales incluidos, que rezagados se las
andaban por los alrededores del arca, que se pusieran a cubierto; es decir,
todo bicho viviente, dentro. Vio, entonces, que la cosa iba en serio, y sacó
una mano por una de las ventanas y ordenó: Todos quietecitos que parece que el
tiempo está de agua. Y luego pasó lo que pasó. Ya saben…
El primero de agosto parte
también la canícula. Lo más granadito del verano. Dicen que de Virgen a Virgen
(De la celebración de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, a la de la Asunción
o Virgen de Agosto) es cuando más aprieta la calor… Se sacaban las parvas en la
era; duraban las cosechas. Sale y refranero y nos cuenta: “En julio, de la
uva empieza el zumo; en agosto; uvas y mosto”
En los tiempos que corren y con
eso que hemos dado en llamar cambio climático la cosa está que echa fuego desde
no sabemos cuanto tiempo. La primavera ha batido el récord de calor; el verano
no quiere ser menos y le echa el pulso correspondiente.
Arranca, también el mes de
ferias y fiestas. Vacaciones de quienes suben los peldaños de la cuesta del año
y ahora cuando ya se ha superado la mediación viene bien un descanso. Un reposo
de respirar otros aires…
domingo, 30 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Ermita de las Cruces.
Ermita de las Cruces en la confluencia de los términos municipales de Álora, Almogía y Cártama.
30 de julio, domingo. A Las Cruces llevan muchos caminos; terreno quebrado, difícil; terrizos, estrechos que requieren, a veces, de máquinas niveladoras que actúen sobre su superficie. Yo he subido desde la Gabia por la Cuesta del Moro, Serpeta, y la Zurriaga, cerros arriba; desde el arroyo Morales, por Villaverde, el arroyo Rabanero y Montesinos; desde Cártama y desde Almogía, a sol naciente del lugar.
La ermita de Las Cruces corona el cerro. Otea horizontes. Al norte, El Torcal con su vertiente hacia el partido de Jévar; al este, los Montes de Málaga; al sur; el mar con Málaga en su orilla; a poniente, Álora… Cuando se llega a aquellas cumbres uno no se cansa de mirar y mirar porque el paisaje es bellísimo.
Por puro azar me he encontrado con una publicación en estas redes. Su autor, Fernando Bravo. No tengo el honor de conocerlo, pero por la forma como ha dado la información es de esas personas que uno se enriquece indudablemente junto a él.
Habla, de la efemérides de la fundación de la ermita de Las Cruces, y dice textualmente, que hoy – se refiere al lunes, 3 de julio - hace 301 años, en 1722; se expide documento de fundación de una Ermita, “En la casa Viña de Dn. Cyriaco Jerónimo Abendaño, en la dezmería de Almogía partido de las Cruzes…”. Esta primera Ermita de madera era visitada por don Ignacio Bonilla, cura de Álora. En el mismo documento ya se prevé la construcción de otra de obra”
Agrega en su nota de información que: “Una antigua leyenda dice que aquí existió una casa que desapareció durante un incendio en el que fallecieron sus tres miembros; esposa, marido e hija, que fueron enterrados en el mismo lugar; de aquí que existiesen allí tres cruces. Pero el argumento más fuerte es que el nombre procede por ser el lugar de confluencia de tres términos municipales, Álora, Almogía y Cártama; algo que no es de extrañar ya que en nuestra comarca existió otro lugar con el mismo nombre en el extremo opuesto”.
Yo encontré en el Archivo Histórico Provincial, hace un tiempo, un documento en el que con fecha de 7 de agosto de 1827, firmada por Andrés Ortega, una nota del Montepío de Viñeros dice: “En el año de 1729 fue socorrido por este piadoso establecimiento Luís Zaragoza para labrar una hacienda que poseía en el partido de Tres Cruces”.
La ermita se restauró en los años
noventa del siglo XX
sábado, 29 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las Meninas
29 de julio, sábado. Alguien
dijo que si se les pregunta a personas que sean expertas en pintura cuáles son
los cinco cuadros más importantes de la pintura española, uno de los señalados
sería, indefectiblemente, Las Meninas, o la ‘Familia de Felipe IV’
que es el nombre con que Velázquez tituló su monumental obra.
Las Meninas recoge
un momento en la sala de pintura del Alcázar, la residencia real en aquel
tiempo. Al estudio del pintor acuden la Infanta Margarita de Austria junto al
séquito de damas que habitualmente le daban compañía durante el día en palacio.
Incluye, en el cuadro, algo que da una ternura excepcional: un perro que
dormita y que esta ausente de todo cuando sucede a su alrededor, pero que con
una simple palmada, despertaría.
Velázquez no pintó un cuadro de
una escena familiar cualquiera. No. Llevó algo más. Algo así como para que sin
duda se le pueda catalogar como la mejor obra de la pintura española y con un
gran rango en la universal.
En el lienzo que es una tela
plana, el pintor consigue el primer misterio de su pintura, la profundidad, el
espacio; entre los personajes circula el aire. Entre la pared final y espectador
que se acerca hay un tramo, a eso los expertos le llaman el ‘sfumato’.
Los reyes están presentes, pero
no están en el cuadro. ¿Cómo lo soluciona? Los reyes deberían tener la posición
como cualquiera de nosotros que se acercarse a contemplar la escena, miran de
frente, pero Velázquez los hace presentes, reflejados en el espejo del testero
del fondo.
Se identifican casi todos los
personajes que aparecen en la obra. En total once. Entre otras, la principal,
obviamente, la Infanta Margarita a la que María Agustina de Sarmiento le ofrece
agua en un recipiente de barro, cosa que en aquel tiempo solo usaba la nobleza.
Se dice que incluso podría ser una vasija de barro traído de América; Isabel de
Velasco le hace una reverencia; la enana conocida como “Maribarbola’ a la que
Velázquez la trata – lo hace con todos los deficientes, mendigos y necesitados
que aparecen en sus obras - con suma delicadeza, participa en el cuadro en un
lugar preferente…
Se coloca también Velázquez. En
su pecho, la Cruz de Santiago concedida unos años después de pintada la obra.
Velázquez se autocorrigió. No tiene importancia. Velázquez dejó una obra
excelsa, única que uno no se cansa de admirar cuando se recrea en ella.
viernes, 28 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cavilaciones para una tarde de verano
28 de julio, viernes. Tarde tórrida de verano; canto monocorde de chicharras. El Terral ha puesto el cielo azul y limpio; ni una nube; calor, sofocante. De vez en cuando pasa una moto; rompe las horas de hastío y silencio. Se mueven casi de manera impercepetible las copas de los árboles y en la lejanía la visibilidad es excelente. Escucho música de Milladoiro.
Cuando concluí Los Pilares de la Tierra de Kent Follet tuve la sensación de que todo sale mal, pero la vida sigue su curso, se haga lo que hagamos. Tras la convulsión que ha venido después de las elecciones no se puede escuchar la radio. Sea de la tendencia que sea. Hay demasiada crispación. No me interesa vivir con esa presión que no necesito. Hay mucha intencionalidad y poca sensatez.
La guerra en Ucrania cada día muestra más crueldad. ¿Hay alguna guerra que no sea cruel? Me acuerdo de aquella canción Atahualpa Yupanqui. Hay medio mundo esperando con una flor en la mano; la otra mitad del mundo por esa flor suspirando. Hace años recorrí parte de la entonces Unión Soviética, en el Transiberiano, de Moscú a Jabarosk, nunca pude pensar que esta gente acabaría tan mal, que se odiaban tanto, que se encerraba tanto fuego que irrumpiría, a modo de volcán, años después.
Esta
tarde he hurgado en un armario donde acumulo libros viejos. Se me viene a las
manos, Un periodista en el concilio, de José Luis Martín Descalzo. No
tengo costumbre de poner la fecha de adquisición; en éste lo hice: 30-X-1963. ¡Casi
sesenta años, Dios mío! Yo tenía poco más de dieciséis. He tenido la sensación
agradable de encontrarme con un viejo amigo. El libro está ajado, y
curiosamente muestra cuánto ha progresado el arte de la impresión. Martín
Descalzo fue un hombre adelantado a lo que venía con el “agiornamiento” de la iglesia y comprometido en un mundo en el que
se estilaba más el acatamiento que el compromiso. El verano sigue su curso; la
vida, también.
jueves, 27 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Mujeres que dejaron huella. Isabel, la mora Zaida (1063-1107)
27 de julio, jueves. Romance
de amor entre dos mundos. Alfonso VI rey de Castilla y León, en un lado; del
otro, la princesa Zaida; venía de la corte sevillana, casada con un hijo de
Al-Mutamid. Otra versión la sitúa como hija, habida con Itimad que el pueblo
conoció como Rumaikiyya.
Según qué camino los avatares
son unos u otros. Provenía de un ambiente
hedonista, palaciego, cultivada. Sabía de música, poesía y relaciones entre las
gentes. Dicen que era pulcra y bellísima.
Sevilla, la taifa luminosa,
sobresalía sobre todas las demás y agregaba que era la más grande y la más
bella de toda. De allí se irradiaba el poderío, en todos los campos, a todas
las otras taifas que habían surgido tras el derrumbe del Califato, en
territorio de al-Andalus.
Fue concubina de Alfonso VI, se
casó con él cuando mueren Inés de Aquitania de salud muy frágil, Constanza de
Borgoña y Berta, en 1099, cuando ya casi finalizaba el siglo XI y con quien
tuvo a Sancho Alfónsez, llamado a suceder a su padre de no haber muerto, casi
niño, con catorce años, en la batalla de Uclés. Alfonso se sumió en la tristeza,
la melancolía y la desesperanza, aunque algunas crónicas dicen que murió ‘de
unas fiebres’.
Zaida, belleza andalusí, nació
hacia el año 1063. El cronista Ibn Idari dice que casó Abu Nasr Al’Fath al
Ma’mun rey en la taifa de Córdoba e hijo de al-Mu’tamid (versión de nuera). La
sitúan también como sobrina del rey de Lérida y Denia…
Alfonso VI fue un rey vigoroso
y guerrero, una figura de gran importancia en el siglo XI. En 1091 llega Zaida, enviada por su padre con
la promesa de matrimonio, pide ayuda para luchar contra los Almorávides que lo
destronarían posteriormente y una dote impresionante.
En 14 de mayo de 1100 se casa
con Alfonso, convertida al cristianismo. Tomó por nombre Isabel, después ocupó
el trono, a su lado, como reina y emperatriz hasta 1107 en que muere con 42
años sin poder ver a su hijo reinando. En tres años mueren Zaida, Sancho y
Alfonso VI. Un mestizaje de la sangre de dos culturas hechas añicos por mor de
la guerra. Dicen que irradió belleza y admiración en aquella corte de la Edad
Media.
Bibliografía:
González Palencia, Ángel (1932) La España musulmana. Barcelona.
Martínez Díez, Gonzalo (2003). Alfonso VI: Señor del Cid, conquistador de
Toledo.
Sáiz Ordoño, Argimiro (2010). Zaida, ¿esposa o concubina. Cuenca:
Aldebarán Ediciones.
miércoles, 26 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pedro Roldán
26 de julio, miércoles. Mi amiga Pilar me envía un correo: “El Museo de
Bellas Artes de Sevilla prepara una muestra sobre el imaginero Pedro Roldán
entre diciembre y marzo de este año y el que viene”. Me manda, también, un
enlace, donde aparece la noticia en el Diario de Sevilla y, por si fuera
poco, me da un consejo, “no te la puedes perder”. Uno que se pirra por estas
cosas, que le encanta viajar y que además la cosa va en una de esas ciudades
que marca, pues lo tiene claro. Hace unos años la divulgación de la obra de
Martínez Montañez; ahora la de Pedro Roldán… ¿Qué más se puede pedir?
La familia de Pedro Roldan –
era el segundo hijo - del matrimonio formado por Marcos Roldán, carpintero de
oficio e Isabel de Fresneda, era oriunda de la montaña de León. Se afincaron en
Antequera. Pedro nació en 1624, en Sevilla (donde murió con 75 años) por
desplazamiento profesional de su padre. Se bautizó en la parroquia del
Sagrario. Volvió a Antequera y luego vivieron en Orce (Granada) donde murió su
padre, siendo él muy pequeño. De hecho, se afirma que es de allí en su partida
de matrimonio en la iglesia de San Nicolás del Albaicín con Teresa de Jesús
Ortega.
Entró a formarse en el taller
de Alonso de Mena; tenía catorce años. En mayo, de 1646 antes de morir su
maestro, está ya en Sevilla. Un año después en 1647, tiene su propio taller
establecido en la plazuela Valderrama, en el barrio de San Marcos.
Vivió en diferentes lugares de
la ciudad. Tuvo relación de amistad y profesional con Murillo, Valdés Leal,
Alonso Cano y Pedro de Mena. De hecho, es padrino de un hijo de Sebastiana de
Mena.
En Sevilla realiza una obra
ingente en cantidad y en calidad. Para algunos autores está considerado como el
más grande de los imagineros del Barroco español. Compró solares y varias casas
en la plazuela de Valderrama donde implantó su taller.
Fue un innovador en muchas
facetas. En su taller trabajaron sus hijos, sus yernos y sobrinos, además de
otros artistas, que buscaban su formación. Entre sus seguidores, destacan su
hija Luisa Ignacia que se conoció como “la Roldana” y con quien tuvo
desavenencias subsanadas posteriormente y su nieto Pedro Duque Cornejo.
Su obra – considerada como una
joya - está muy dispersa por toda Andalucía. Se van a exponer cuarenta. La muestra
va a ser algo excepcional…
martes, 25 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿Dónde está la solución?
25 de julio, martes. De
estatura media; delgado. En su juventud, un buen portero; en la madurez, un
portento de hombre. Profundamente espiritual. De palabra exacta, medida, ponderada;
viene en el momento en que tiene que venir. Tiene algo de Bernanos y de Martín
Descalzo…Lorenzo Orella es un hombre bueno.
Hace unos días me llamó: te envió
un resumen de las aportaciones del cardenal Comastri en el Jubileo del año
2000. No tenía – tampoco es ninguna novedad – ni la más remota idea de la
existencia de este prelado. La nota, sin desperdicio.
Habla del vacío en parte de la
sociedad. Analiza los motivos de esa desazón, del descontento en que nos
encontramos cuando teniéndolo todo estamos vacíos. ¿Qué nos pasa?
Cuenta que, en el barco, en
manos del cocinero por la megafonía no nos anuncian la ruta, sino qué vamos a
comer al día siguiente. (Kierkegaard) Y sigue con una cita de Flauvert: “Me
siento viejo, gastado (… ) Los demás me aburren como yo mismo”. Y concluye “Me
parece que estoy atravesando una soledad sin fin, para ir a no sé dónde”.
En el siglo XX el desconcierto,
enorme; En el XXI, el camino tampoco se encuentra. Hay quien quiere poner fin a
su situación y opta por el suicido. (El crecimiento da pavor). No hay motivos
aparentes para que estemos sumidos en una situación de tanta desesperanza.
El cardenal apunta a una
posible causa. Le hemos vuelto la espalada a la Religión. Dios hoy no tiene
sitio - eso no lo dice el cardenal, pero me lo parece - en nuestro mundo.
Buscamos nuestro gozo en la materialidad. En tiempos de Freud se pensó que el
sexo podría llenar nuestras apetencias. En los actuales, nuestro vacío ha
descubierto que tampoco ese es el camino que lo solucione.
No sé. Hace calor. Quizá, cada
tiempo (me refiero a las estaciones, esas cuatro de invierno, primavera…) son
propicias para según qué cosas. A lo mejor el verano no es el momento para
estrujar el pensamiento y el cuerpo no pide reflexión. No sé.
Hay, además, demasiada
convulsión. Puede que el cardenal Comastri ha indicado el camino; no nos hemos
dado cuenta. Me pregunto ¿y si ponemos a Dios en nuestras vidas?. El cura de
Ars decía que entre el puente y el río había mucho trecho… Y nosotros buscando
alúas. ¿Mira que si está más cerca de lo que pensamos…?
lunes, 24 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Bañolas
24 de julio, lunes. Llego
al caer la tarde. Es un día caluroso de verano. Paseo por la orilla. Hay gente
que va y viene. Los cipreses de las urbanizaciones cercanas – como todos los
cipreses del mundo - apuntan al cielo; acogen bandadas de pajarillos; vienen a
pasar la noche. La luz, cambia la cara del lago. Unos patos nadan
placenteramente; no tienen prisa; no van a ninguna parte. La vegetación
lacustre de la ribera son su acogida en caso de necesidad. No tienen miedo; no
temen a nadie.
Echo mano de la Guía. Me
informa que es el lago natural más grande de la Península Ibérica y está
considerado como el conjunto cárstico más importante de España. Se encuentra en
la provincia de Gerona, entre los Pirineos y la falla tectónica del Ampurdán.
Es el principal señuelo de la ciudad de Bañolas, situada en el Pla de l’Estany
de Gerona.
Yo tengo una predilección
especial por el paisaje del Ampurdán. Eso se lo debo a Josep Pla desde que
leía, cuando era joven, no Pla, sino yo, su Viaje a pie. Desde entonces
todo aquello me regaló un poso diferente al que dejan otras tierras, pero
Bañolas no es el Ampurdán.
Dice la Guía que el lago es de
la época cuaternaria con una antigüedad de más de doscientos cincuenta mil
años. Surgió como consecuencia de los movimientos tectónicos que formaron los
Pirineos y la falla del Ampurdán y que apareció como consecuencia de la erosión
y los fenómenos geológicos que crearon la zona lacustre. Dice que se alimenta
de las aguas subterráneas de los ríos Ter y Fluviá y de acuíferos que vienen
del norte, de la Alta Garrocha.
A mí ¿qué les digo? Todo esto
me fascina, me llena de admiración. Los hombres nos empeñamos en imponer
nuestros caprichos y la naturaleza solo
obedece a la mano de Dios, sigue su camino, el que Él le manda, que no siempre
coincide con el que nosotros nos empeñamos en imponer.
Por cierto, puestos a hablar de
hombres parece que el primero que se las anduvo por aquí vivió en el Neolítico
inicial, cuando decidió hacerse sedentario y cultivar la tierra y domesticar
animales y… De eso (siglo V milenio a. C) sobre unos siete mil años, año arriba
o año abajo. No tuvo mal gusto. El lugar es maravilloso, las vistas esplendidas.
Se vendrá la noche dentro de un rato; los patos nadan desentendidos del viajero
que los contempla desde la orilla…
domingo, 23 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ángeles, nardos y rosas
23 de julio, domingo. El Modernismo,
movimiento cultural que encontró acogida en la pintura, literatura y
arquitectura surgió en el siglo XIX. Se desarrolló en toda Europa. En Cataluña,
principalmente, en Barcelona, dejó sus huellas en el desarrollo urbano e
industrial; recibió el nombre de Renaixença”. Artistas catalanes, lo
difundieron por León, Comillas, Cartagena, Astorga o Melilla… Tuvo gran
protagonismo en las Exposiciones, Universal e Internacional de Barcelona, de
1888 y 1929
En la arquitectura, impulsado
por Gaudi, Elías Rogent, Lluís Domènech i Montaner, Juan Rubió, Josep Puig i
Cadafalch o Josep María Jujol, tuvo su lenguaje propio.
La casa de Terradas, conocida
como la Casa de les Punxes, entre las calles de Rosellón, Bruc, y la
Diagonal, obra de Josep Puig i Cadafal, partícipe activo en la política
catalana. Apoyó el golpe de Estado de Primo de Rivera y acompañó a la estación
cuando partió hacia Madrid; exiliado en la Guerra Civil en París, regresó en
1942, pero el Franquismo le retiró la habilitación en Arquitectura.
Bartomeu Terradas Brutau,
empresario textil y terrateniente, a comienzos del siglo XX, en 1905, le
encargó una casa para cada una de sus tres hijas: Ángela, Josefa y Rosa.
El arquitecto aprovechó una
esquina triangular, y edificó una obra de arte inspirada en el castillo bávaro
de Neuschwanstein, rematado con seis torres en puntas – de ahí su nombre de Casa
de los Pinchos – con una decoración exterior impresionantemente bella. El
edificio, inserta además de las novedades arquitectónicas, la peculiaridad de
que siendo uno, son tres viviendas.
Puig i Cadafalch jugó con los
elementos decorativos – y algo más - para su diferenciación exterior. En la
fachada de la esquina de Rosellón con la Diagonal, un panel escultórico
representa un ángel. El dibujo fue realizado por Enric Monserdá y Vidal. Hace
alusión a su propietaria, Ángela… En los anagramas, a modo de cenefa, se
repiten las letras ATB en alusión a su propietaria.
En la fachada de la propiedad
de Josefa, entre la Diagonal y la calle Rosellón, van una vara de nardos –
evocando a San José - en panel cerámico, también de Monserdá, y la figura de
San Jorge, en lugar preeminente, patrón de Cataluña y una leyenda: “Santo
Patrón de Cataluña devolvednos la libertad”.
En la propiedad de Rosa se
insertan, principalmente, elementos vegetales: frutas, manzanas, granadas,
margaritas, tréboles y obviamente, rosas. Aparecen también elementos marineros
como nudos propios del arte de la mar.
Hoy, propiedad privada, esta
obra es una muestra más de la enorme riqueza que el Modernismo dejó por toda la
ciudad de Barcelona.
sábado, 22 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Sagrada Familia
Templo de la Sagrada Familia. Barcelona.
22 de julio, sábado. Llego
temprano, a esas horas en que hace poco tiempo en que debieron haber puesto las
calles. No es el caso. Éstas llevan puestas mucho tiempo; tanto que son parte
de la historia: Mallorca, Lepanto, Cerdeña, Sicilia, Nápoles… Por todas
vienen o van ríos de gente. La gente también madruga. La gente sabe que está
ante algo único. No lo encuentra en ninguna otra parte del mundo.
Es la gran obra de Gaudí. La
Sagrada Familia nació en la mente de un hombre privilegiado. Antes de llevar la
geometría al papel o al plano la había gestado, desarrollado y visualizada en
su mente. Todo estaba tan estructurado en su autor que lo dejaba en maquetas
para que los demás lo siguiesen.
La familia de Antonio Gaudí, en
el siglo XVII, vivió en Auvernia. Vendedores ambulantes llegaron a Cataluña. No
se sabe con certeza si nació en Reus o en Riudoms; las dos poblaciones se lo
disputan; lo bautizaron en la iglesia Prioral de Reus. Su padre calderero; el
menor de cinco hermanos.
Su final tristísimo. La mañana
del 7 de junio de 1926 se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri. En la Gran
Vía de las Cortes Catalanas entre Bailén y Gerona lo atropelló un tranvía. Lo
confunden con un mendigo - ¿acaso los mendigos no merecen también un trato
humano? – un guardia lo manda, en un coche, al Hospital de la Santa Cruz. Al
día siguiente lo reconoce uno de los capellanes. Ya es tarde… Tras su muerte
muchos años de ostracismo. Se reivindica y se vuelve a impulsar, en parte, de
las manos de Dalí y de Sert en los años cincuenta del siglo XX.
Su obra impregnada por el
espíritu creativo del Mediterráneo es fantasía y es imagen, por la sorpresa a
todo lo creativo: frutas, flores, figuras extravagantes; cerámica, forja,
hierro, mosaicos, carpintería… Gaudí pasa del neogótico, al modernismo y al
final crea su propio estilo. Hoy su obra se desmarca de todas las corrientes y crea
el ‘estilo Gaudí’.
Continúan las obras del templo
de la Sagrada Familia, su obra cumbre y señera de Barcelona. Cada vez que acudo veo el progreso. Lento,
aunque no se para, pero tampoco avanza con la rapidez que uno desea (Se
financia solo con aportaciones de los creyentes). Algo admirable. Dicen que
quieren culminarlo para el 2026 fecha del aniversario en que aquel tranvía de la
Gran Vía de las Cortes Catalanas entre Gerona y Bailén acabó con la vida de un
genio al que, por su aspecto desaliñado, lo habían confundido por un
indigente…¡Qué puñetera es la vida!
viernes, 21 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Guadalhorce, río nuestro y (5)
21 de
julio, viernes. Como el amor brujo que canta Antonia Contreras y rompe en
el pellizco por dentro; como el poderío de una malagueña en la voz de Benito
Moreno, como esa luz enigmática, silente, única que caza a la noche que va y
viene por calles de misterio y recovecos, de encanto y ensueños…
De rosa
y nardo la vio Antonio Vergara; de cal y embrujo la ve el río que se siente
parte de ella, de su cielo azul lleno de palomas que bajan a beber a la fuente;
la del Piyaya y el Berbia, y el Cojo de Adelina, y la del maestro zapatero que,
en la Callejuela, hacía las botas con suela de camión y piel de becerro, y no
las rompía ni Dios, y la de la Virgen de Flores - la que nos trajeron de
Encinasola - y la del Señor de las Torres…
Es la
Álora de tantos que, como en los versos, de Juan Ramón se fueron yendo y el
pueblo se hizo nuevo cada año y de ellos, se quedó el recuerdo.
El
castillo – el castillo de las Torres – es el balcón para ver como cada mañana
asoma el sol por los Lagares, “…partío de
muchas viñas, - en otro tiempo - que
estoy queriendo una niña y no me la da su mare” - y, en su recato pregona
que encierra entre sus muros la historia. “Álora, la bien cercada / tú que
estás en par del río…” El río de ella, y tuyo, y mío; el río, nuestro.
Sobresale,
entre la cal, el campanario. Se empina sobre sí mismo, se asombra. Ve cómo
juega al escondite con el caserío blanco disperso, sembrado a voleo entre
huertas de limoneros. No escucha – el río - porque ya no tocan las campanas,
como tocaban antes, ni a gloria, ni al angelus, ni a fuego, ni a muerto.
Álora
de ruiseñores en las riberas y de alondras en los trigos; de jazmines que hacen
biznagas; de poca agua en las fuentes y… lo ve cómo se aleja y en un regate
besa los pies de Pizarra y sigue camino. Ahora lento. No tiene prisa. Saluda a
la Cartima romana con un muñón de castillo sobre una ermita blanca. Remedios en
Virgen y remedio como bálsamo de devotos que acuden, cada año, a cumplir lo que
prometieron.
Y está
ahí y se intuye y no se ve y el río sabe que llega a la mar azul. La mar de
traíñas en las noches de pesca. La mar por donde vinieron fenicios y griegos y
romanos y aquellos que tenían alma de nardo y…. “todo lo ganaron y todo lo
perdieron” La misma mar de Ulises que le mandaba brisas saladas cuando el aire,
de abajo, se llegaba hasta su nacimiento. Y el río como los versos del poeta
nos dice: “Nada os pido. Ni os amo, ni os odio. Con dejarme, / lo que hago por
vosotros, hacer podéis por mí…! Y entonces, se funde en la sal y se queda a la
espera del “concurso entre sirenas y delfines” que siguen con igual pugna como
cuando el maestro Alcántara estudiaba “segundo de jazmines”. El río
tuyo, el mío, el río nuestro.
jueves, 20 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuderno de bitácora. Guadalhorce, río nuestro (4)
20 de
julio, jueves. El río sabe que ha llegado a Álora, poesía hecha pueblo,
porque es pincelada en ladera que baja del monte – desde El Hacho- al río,
porque es nácar, pespunteo de cal que se ofrece y liba y perfuma y es esencia y
aroma y desde la lejanía saca el pañuelo y lo invita y lo reclama y lo llama….
El río sabe que alguien en un tiempo muy lejano la cantó y dijo de ella “tú que
estás en par del río” y entonces como un mocito presuntuoso que se va de feria
saca pecho y se pavonea porque conoce de sobra que es él, el río, de quien
habla el romance.
Asomada
de puntillas a la vega lo mira y desde la parte más alta a donde no llegan las
brisas que suben de la mar y se ofrece generosa, pletórica y llena.
Caracolea
por la vega. Comienzan los meandros. Los sedimentos del arrastre se depositan en
las orillas. Unos los trae el propio río; otros, los arroyos que viene a
tributarle: el de las Piedras, que nace en los Prados de Eslava en El Torcal;
el Jevár, también desde El Torcal, pero en su vertiente sur; el Morales – donde
se criaba el alimento en la hoja de la morera para el gusano de seda – el Bujía,
el arroyo Corrales…; por la otra orilla, donde arranca al Garbía, el del
Colmenar, el de Paredones, el del Sabinal, el de las Cañas, el de Casarabonela.
Y hasta un río - ¿aprendiz de río?: río Grande. Ambición de nombre para
quedarse en tributario; luego Fahala y …
Son otros
lópeces… Él, como quien no quiere la cosa, va a los suyo y avanza y caracolea y
forma vegas: en Los Aneales, y la Vega Redonda y por si fuera poco, a una le
dan por nombre Isla Hermosa; y otra vega, la de Malilla por la tribu de cuando
vinieron en el tiempo de entonces los moros, y más abajo, Vega Morales (que ésta
no tienen nada que ver con los del alimento para la industria de la seda) y la
de Hipólito y…
No
corramos tanto. Aguas abajo aguardan Pizarra y Cártama y meandros grandes y la sierrra
de Motaje con una fuente que mana dentro de un encanto especial. Es cuestión de
saborear y saber donde nos recreamos.
miércoles, 19 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Guadalhorce, río nuestro (3)
Por
detrás de una tapia asoma un ciprés, (como escapado de Silos). Dentro se
encierra la mística de las monjitas que rezan a esas horas de la madrugada en las
que se para el reloj. Antequera, por donde, todavía, se pide, que salga el sol,
está ahí mismo, en la orilla izquierda del río…
El río
se pierde en la lejanía; se recortan la Peña y las sierras de La Camorra y
Estepa…El río que iba para la campiña feraz y ubérrima, para la sierra Sur de
Sevilla, para donde Dios le había marcado ruta y camino, para… pues no, miren
que no. El río va y se vuelve y le hace un regate a Campillos y como los toros
bravos se arranca de lejos y remata en tablas y como las tablas está bien
puestas, las empitona y le lanza una cornada certera y las abre en dos (a las
tablas de la cordillera, claro) y la caliza se echa a un lado y a otro y
entonces, él, sigiloso, casi con humildad se mete por medio y abre uno de las
hendiduras más asombrosas, más soberbias, y más impresionantes. Se precipita de
piedra en piedra, abajo, el agua. Crea el Desfiladero de los Gaitanes y cuando
sale por El Chorro es un reguero de espuma clara; es un canto entre huertas con
azahares en primavera y almendros floridos en lo más crudo del invierno…
Y sigue,
y va camino de Álora. Y cuando salva las Gambutas y el Desfiladero de los
Gaitanes, a un lado la sierra de la Pizarra; al otro, la de Abdalajís, y… Y la intuye allí, arriba, y el río sabe que es
Álora. Y ella se abre en revoleras y porque es poesía hecha pueblo, porque es
pincelada en ladera que baja del monte – desde El Hacho- al río, porque es
nácar de cal blanca que se ofrece y liba y perfuma y es esencia y aroma y desde
la lejanía, saca el pañuelo y lo invita y lo reclama y lo llama….
Álora
se asoma, como de puntillas, a la vega, y ve cómo corre el río - el Guadalhorce
que aún no se le ha llamado por su nombre- y desde la parte más alta a donde no
llegan las brisas que suben de la mar y se ofrece generosa, pletórica y llena.
lunes, 17 de julio de 2023
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Guadalhorce, río nuestro (2)
18 de
julio, martes. Se entrega abierto a la vega. Busca el encuentro con otro
río, el río Guadalquivir. Dicen los libros de Geografía que nació con vocación
de Atlántico y… pues no, pues no. Bordea Antequera. Antes le vino, por la margen
izquierda el Parroso, desde otra Villanueva, la del Rosario; ahora, el de la
Villa, agua de las nieves purificadas en la caliza de El Torcal.
El río
sabe que San Sebastián queda en el centro.
Una plaza y encrucijada de cinco calles: Estepa, Nueva, Cuesta de Santo
Domingo, Cuesta de Zapateros y Encarnación. El templo, soberbio. Hay que detenerse y escudriñar, a golpe de
vista, la belleza del campanario con el angelote desafiando vientos. Es
diferente. No se parece en nada a las veletas que coronan otras torres.
El interior, asombra. Lápidas funerarias - la de Rodrigo de Narváez,
alcaide conquistador- repartidas por las paredes. Recuerdan a los poderosos en
dinero (¡y en qué queda todo!) gustaban pasar a la posteridad desde las umbrías
de los templos bajo el amparo de luz de velas y de rezos pagados en mandas,
fundaciones, capellanías, testamentos...
Antequera es Prehistoria, Roma, Renacimiento y Barroco. Los
libros cuentan que lo primero fue lo primero. Si nos remontamos a viejo en el tiempo,
claro, hay que irse al Romeral y a Viera y a Menga. Si no, una subida a Santa
María. Es un templo magnífico: por construcción, por ubicación, porque así lo
vieron quienes decidieron su enclave. Allí, Pedro Espinosa, de espaldas al
templo, - que no es irrespetuoso, que no, que es porque lo colocaron de esa
manera - sigue con su lectura abierta…
Dormita
el Barroco en el Carmen, en los Remedios, en San Agustín, en Santiago, en
Belén… Araña vientos el Giraldillo; se hacen fuertes espadañas, campanarios,
torres y veletas. Antequera la de las una y mil iglesias. Conventos, curas,
frailes y monjas que rezan maitines de madrugada, y el pueblo, siempre el
pueblo que espera.
En
Antequera vivió uno de los poetas – quizá el mas grande que escribió en prosa,
del campo – José Antonio Muñoz Rojas. Su obra antológica Las cosas del campo
es algo así como el maná que alimentó al pueblo que deambulaba, perdido, por el
desierto. A mí me gusta verlo mejor como la mano de Dios que se baja al papel…
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Guadalhorce, río nuestro (1)
Fuente de los Cien Caños. Villanueva del Trabuco (Málaga)
Nota. Estos cinco capítulos forman
parte de un trabajo, El río nuestro, publicado en la Revista Desde el Alto Guadalhorce,
coordinada por Francisco Campos, Gerásimo Arjona y José M. Martos en 2011
En Los
Alazores se da la vuelta el viento. Si el viento viene de Granada trae la cara
de nieve y un nudo en la garganta: ‘cuando
te perdió el rey moro, Granada por ti lloró’; suspiros y rabia; mucha
rabia. Si sube de la mar – la mar de Ulises, de sirenas embaucadoras y traíñas
que capturan azules y espuma – trae sabor a sal y brea.
El río
echa por el camino de en medio. A un lado la sierra de San Jorge; al otro,
Gibalto. Aulagas, espinos y flores con
ribetes de oro viejo; encinas, chaparros y quejijos; melojos, cornicabras y
rosales silvestres… Ladera de piedra. En lo alto, casi siempre el cielo limpio,
azul, diáfano y alguna nube perdida que va a alguna parte…
Un
camino lleva a la Fuente de los Cien Caños. Se derrama el agua de cristal;
rompe la caliza. Se precipita, baja a borbotones - Va al encuentro con su razón
de ser, o sea, con el río. El tránsito, corto; la belleza, enorme. Higueras,
sauces, fresnos, chopos. Hay quien cree que el río nace en la fuente. No, lo
hace dispersos por afloramientos entre la piedra gris de la caliza.
El
arroyo de las Hazas de las Matas le tributa antes del llegar al Cortijuelo. El
río es espada que abre herida cuando pasa por el pueblo. Flores y plátanos
orientales; un río remansado… Cuando los que saben del tiempo dicen de gotas
frías y esas cosas, entonces… Entonces es un bicho desbocado que no conoce a
nadie.
El río
pasaba por el centro del pueblo. Los niños de la escuela, que estaba junto al
río me contaba mi hermano electo Fulgencio, cuando salíamos al recreo meábamos
en una orilla a ver si éramos capaces de llegar a la otra, pero… ya se sabe, ni
cuando se es niño (eso no me lo dijo Fulgencio, pero yo lo sé).
El
pueblo – Villanueva del Trabuco – recostado a pie de sierra. Olivares y
campiña. El río se va, después, para tierras del Rosario; es hilo de plata
entre vegetación de ribera. Cauce estrecho, besos de una a otra orilla…Aguas
abajo, parque de orquídeas, regates de amor e historia. Archidona es la gracia
de la Virgen de Gracia.