29 de diciembre, jueves. “Desde
la calle de la Aceña, Platero, Moguer es otro pueblo”. En la calle Ribera,
esquina con la de las Flores, nació Juan Ramón. Han pasado ciento treinta y dos
años. Han celebrado - el pasado 23 - actos de recuerdo y, probablemente, habrá
gente que hayan leído algunos versos suyos.
Y se habrán acercado, un poco
más, a todo lo que supuso el poeta introvertido y serio, que escribía poesía en
prosa y que, los adultos, se empeñaron, un día, en decir que aquello era para
niños…, y no lo era.
Decía Juan Ramón que, en aquel
barrio donde estaba la calle de la Aceña - que era barrio de marineros - la
gente hablaba de otra manera, tenían otras costumbres y todo tenía que ver con
el mar. De otras gentes que vivían, también, en el pueblo, Juan Ramón nos dio
su imagen a modo de crítica social. Espejo, a veces, de una sociedad dura y
cruel. Y dijo aquello de “los niños del casero no tienen Nacimiento, se vienen
alrededor de la candela, pobres y tristes, a calentarse las manos arrecidas...”
Por la calle de la La Ribera,
conforme se baja la cuesta larga, se llega al río de Moguer y luego, a la
izquierda, hasta el Tinto que viene de la Sierra y tiene color a cobre y olor a
esas cosas donde parece que la vida es imposible; enfrente: San Juan del
Puerto.
Moguer huele a cal que
reverbera, a pan de horno dorado por fuera y a migajón por dentro, como lo veía
Juan Ramón, desde la lejanía; a cigüeñas en las espadañas de las iglesias; a
aventuras por América… Moguer huele a Platero.
Una tarde del pasado verano deambulé
por sus calles. Han tenido el acierto de colocar mosaicos en las esquinas que
cita Juan Ramón en su obra, y ahora Moguer huele más a jazmines y a Juan Ramón.
“!Campo tibio ahora de diciembre”! Reencuentro de cariño con mis lectores,
desde Álora que no es Moguer, pero que es blanca como Moguer, con Juan Ramón y
con Platero.
Porque Moguer es en esencia,
Platero, y niños que van por la calle y quien fue y vivió de la exportación de
vinos a sitios muy lejanos. Tan lejanos que algunos llegaban a Rusia. Vino,
después el progreso, y aquella sociedad viró y desarrolló, esa tentación
sensual y carnosa que llaman fresón. Moguer es Platero y… Juan Ramón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario