Familia: "Los Cristinos". Cantan a la Navidad. Álora (Málaga)
18 de diciembre, domingo. “Vamos
pastores, vamos, vamos hacia Belén…” No es eso, no. 1965. Robert Wise estrena una
película. El argumento, en Austria, 1938. Los actores; entre otros, Julie Andrews, Christopher
Plummer, Richard Hayddn…María es una alegre novicia. Abandona la abadía para
convertirse en la institutriz de los siete hijos de un militar retirado, el
capitán von Trapp, viudo desde hace poco tiempo. Los une la música. El campitán
von Trapp… No, tampoco es eso.
“Vamos pastores vamos, vamos a hacia Belén…” Los cantores, Juan Eugenio, Domingo, Paco, Mari
Carmen, Mariché y su marido Pedro Yañez, Chema, María... y más, muchos más. Mas
que la familia Von Trapp. (Éstos, también unidos por la música) ¡Hasta tres
generaciones en el escenario! El lugar la Fuentarriba. Es una familia de gente
que canta, bien, muy bien, mejor que bien. Si me apuran mejor que los ángeles. ¿Qué
no se lo creen? Porque no los ha visto...
“Vamos pastores vamos, vamos hacia Belén...” Era casi mediodía. Día
soleado de diciembre. Gente de pie porque ya no hay más sitio. Se llena la plaza.
En el aire flota el cariño y el recuerdo a Juan García, “el Cristino” y
a Gabriela López, su mujer. En el escenario, su familia: hijos, yernos, nueras,
cuñados, nietos... ¡Qué maravilla...! Eso sí, eso sí es eso.
Tiran de recuerdos. Comienzan a aparecer
villancicos del folclore tradicional de Álora. De ese que se pierde en el tiempo.
Riquísimo. Sabor a pueblo. Sabor a aguardiente, a zambomba, y a mantecados y
roscos caseros, a una onda de cinco ramales que corta, cuando se cruje, el viento,
a carraca, a zamarra nueva de cordero... A uno se la va la olla y se acuerda de
Pepe Rosas, de Antonio “el Divino”, de Inés “la Romanona”, de Tomás,de
Paco, que fue sepulturero, de los Serenitas,
de tantos y tantos que se nos fueron yendo...
Los Cristinos han sacado del alma eso que se
llaman recuerdos. Seguro que Juan y Gabriela (y todos los demás) esta mañana se
han asomado a los balcones del cielo y Juan, tan formal, con aquel bigote tan serio
ha mandado que se callen: “silenció, - habrá dicho - que ahí están todos los
nuestros”.
Vamos pastores vamos, vamos hacia Belén, a ver en
aquel niño, la gloria del Edén... y todos, a coros, han cantado y repetido
como solo lo hacen las almas buenas que están delante de Dios... la gloria
del Edén, la gloria del Edeeen.
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