Efebo. Antequera (Málaga)
23 de
junio, jueves. Recibo un mensaje. Una amiga quiere saber qué pienso
de esa ‘nueva’ corriente que aparca y olvida, lo aportado en el pasado por Roma.
Le contesto que el Derecho, la Lengua, la Religión, la Organización política-social,
o sea la base de la familia con el matriarcado como centro, y las comunicaciones,
vinieron de su mano. Otras civilizaciones aportaron otras cosas. Entre todas,
lo que hoy somos.
Los cimientos nunca se ven. Los de Roma, casi tampoco. Si no fuese por
ellos, los edificios difícilmente se mantendrían en pie. Es más, de su solidez
y riqueza arquitectónica dan muestras la perdurabilidad de la obra. Pienso por
ejemplo en el puente romano de Córdoba o en el de Alcántara en el Tajo, o en el
Acueducto de Segovia, sin tener que ir más lejos.
En cuanto a eso de ir lejos,
nuestro refranero – cuando a las cosas se le llamaban por el origen de su
nombre y era la paremiología -, decía que “todos los caminos conducen a Roma”.
¿Todos? La tela de araña se da la mano entre ella y sin lugar a errar, sí.
Era y es verdad. Un hombre,
andando salía de Cádiz – el grano, el vino y el aceite viajaban, mayormente, en
galeras por mar - y llegaba a Roma después de acumular entre pecho y espalda,
muchos miles de ‘pies’, que era su medida básica y que jalonaban con hitos de
piedra, cada determinado espacio, con ‘miliarios’.
El tiempo lo administraban de
otra manera. El día, según ellos, comenzaba en la medianoche. ¿A qué ahora
tiene más sentido que los monjes a la primera oración del día, antes de que
apunte el alba, la llaman ‘maitines’?
Roma dejó mucho. El paso del
tiempo y de la mano del hombre, que tampoco es inocente, ha destruido mucho. No
hay que olvidar los estropicios sobre Italica, o sobre el teatro romano de
Málaga del que se eliminó una parte ¡para construir una casa de la Cultura! Oigan
y no metieron a nadie en la cárcel. Aberraciones. Han hecho en ocasiones, todo lo que han
podido contra ese patrimonio, a veces mutilado, a veces, olvidado y arrasado.
Curiosamente la arqueología
lucha por sacar a flote muchos restos. He leído en no sé dónde, que han
encontrado Efebos en Pedro Abad (Córdoba). Antequera posee uno – y una Venus –
de belleza única. Sigamos andando caminos…
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