lunes, 13 de junio de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Primillas



               Primillas (Falco naumanni)


13 de junio, lunes. Aprovechan las térmicas. (¡Y qué térmicas tenemos hoy!) Su vuelo en el cielo es diferente al de otras aves. Pertenecen a la familia de los halcones, pero más pequeños. Pueden verse a primeras horas del día o cuando cae la tarde suspendidas en el cielo, con las alas abiertas y en posición de lanzarse, velozmente, sobre la presa mientras emite graznidos estridentes.

Su nombre científico es Falco naumanni y se le conoce como cernícalo primilla. Abundantes en el siglo XIX, pero en peligro de extinción en XX. Habitan en toda la Península Ibérica, sur de Italia, Francia, Balcanes y llegan hasta el mar Caspio a través de Anatolia. En la otra orilla del Mediterráneo, viven desde Marruecos hasta Egipto. 

Es un ave migratoria, sin embargo, se ha observado que algunos inviernos solo se van las hembras, mientras los machos permanecen en sus lugares habituales. Cuando regresan en primavera desde África, primero vienen los machos que se fueron y toman posesión de ‘su colonia’. Hacen posturas entre cinco y ocho huevos que eclosionan a los veintiocho días.

Las primillas tienen una dieta a base de insectos, sobre todo los voladores, cigarrones, grillos, alacranes, anfibios, reptiles, aves pequeñas y mamíferos de poco tamaño como ratoncillos, gazapos y topillos.

Cuando son adultos los machos, tienen la cabeza gris azulada, - la cabeza de las hembras, marrón castaño - el dorso y parte de las alas marrón rojizo, los extremos de las alas, vistos desde arriba, negros. En las partes inferiores, en el pecho, y en el vientre, su color es ocre y vira a crema.

En Álora, la colonia más numerosa de primillas se ha detectado en las oquedades de las murallas, en los torreones y en el campanario de la primitiva parroquia de la Encarnación del Castillo de Las Torres, donde siempre han encontrado un lugar seguro para permanecer lejos del alcance de otros depredadores, entre otros, el propio hombre.

En las tardes de verano, cuando las térmicas les son propicias, se ven como surcan el cielo y, de pronto, al divisar una presa quedan, por un momento, en una postura de quietud y observación. La primilla – el más pequeño de los cernícalos – es también un ave muy propia de las tierras de la España despoblada, aunque también se han detectado en zonas urbanas. Hay estudios sobre la presencia de primillas en las catedrales de Málaga y Sevilla y pueblos con grandes edificaciones como Antequera y Carmona.

 

 

 

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