domingo, 7 de marzo de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El coste de una vacuna

 

 

 

                 



Llevamos un tiempo desconcertados. Del simple resfriado sin importancia que casi no tendría repercusión en España, que nos anunciaron hace un año, al miedo, la ruina económica y al encierro en nuestras casas. Todo ha sido un movimiento pendular de un extremo a otro.

Las opiniones más disparatadas han salido a los aires. Otros, en el extremo opuesto, se han atrevido a negar las evidencias y a contradecir a los que saben. En España, cualquier analfabeto es capaz de presentarle cara y discutirle a un premio Nobel. Dejan en evidencia lo atrevida que es la ignorancia.

Ha habido también mucha desinformación a la hora de tomar decisiones y algunos, como los que iban en mi pueblo, a la escarda del ‘Lelo’, han hecho lo que les venía en ganas, o al menos daban esa impresión. Pienso que se habrán dejado llevar por el consejo de algún experto. De lo contrario, han puesto en evidencia mucho capricho y que el sentido común, es bastante menos común de lo que sería de desear.

Las noticias que vienen de otros países tampoco son muy reconfortantes. Según se lee, Alemania ha sido quien lo ha tenido más claro a la hora de arbitrar líneas de ayuda a las empresas que sufren las cornadas en sus economías. Parece que Italia, con un nuevo primer ministro, también va a cambiar de política.

Por lo pronto, - es reconfortante, su sentido de la realidad - en unas declaraciones les ha anunciado a los italianos que, todo va a ser distinto y que nada será igual a lo que han vivido hasta ahora. Una de las cosas que ha dejado claro es que el turismo, primer motor, de su país, lo va a pasar mal.

Ahora, la zozobra por estos lares viene cuando nos anuncian que no hay vacunas.  No nos las sirven en la cantidad que se precisa. Todo se había cifrado en su llegada.  La industria farmacéutica no produce la cantidad que se necesita. Hay quien dice que es por el coste, otros que por incapacidad material para responder a la demanda y hay quien va más lejos y hablan de mercados negros y de trapicheos raros. ¿Dónde está la verdad?

En la ignorancia más supina me hago muchas preguntas y una, a la que nadie, hasta ahora que sepa, ha dado respuesta: ¿cuánto cuesta una vacuna?


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