La Piedad o El Silencio, porque
“todos podemos hablar distintas lenguas, pero todos hablamos el mismo silencio”
que escribió el Maestro Alcántara, una tarde de una primavera de hace muchos
años…
Ahora, otra primavera, los
Hermanos de la Piedad han tenido a bien sacar una representación de su titular
a la puerta del templo. Lo han hecho en un mosaico excelente, del artista de
Chiclana, Israel García Jiménez.
La Piedad, María con Jesús muerto
entre sus brazos, pregunta sin respuesta a los transeúntes, con la voz prestada
del profeta Jeremías en sus Lamentaciones:
“Oh vosotros que pasáis por el camino, mirad si hay dolor semejante a mi
dolor”. Roto el corazón, la Madre expresa en su cara de infinito dolor, el
dramatismo del momento.
La pieza de cerámica, sigue las
técnicas tradicionales. Encuadra la escena en un arco de medio punto. Se impone
un neobarroco donde el protagonismo – no puede ser de otra manera – muestra con
realismo, las imágenes titulares de la Cofradía. La composición se complementa
con imágenes de Álora, idealizada, pero no exenta de la plasticidad que ofrece
la ciudad, pincelada blanca.
La Cofradía de la Piedad, se
implantó en Álora a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Desde un
principio, marcó unos cánones que la hacían diferente a las otras cofradías que
ya existían en la localidad.
Miguel Estrada, destinado en la Delegación
del Ministerio de Hacienda en Ciudad Real, quedó impresionado e impregnado por
la seriedad con que procesionaba la advocación en aquella localidad de la
entonces Castilla la Nueva.
La trajo a su pueblo. En aquel
inicio, los hermanos hacían la salida procesional sin túnicas y sí con traje
oscuro, zapato negro, corbata y guantes blancos. No iba acompañada por banda de
música. La cofradía hacia su salida en
la noche del Viernes Santo desde la parroquia de la Encarnación. Años después,
tras el traslado de la imagen de Jesús Orando en el Huerto, a la capilla del
Calvario, ocuparon el altar vacío en la iglesia de la Vera-Cruz, donde fijaron
su sede canónica.
Esta cofradía, ha pasado, como
otras, por momentos de dificultad y ha experimentado un notable reflotamiento
cambiando algunos de los cánones iniciales en cuanto a la vestimenta de sus
hermanos, que lo hacen con túnica y acompañados de una capilla musical. Ahora
vuelven a dar una nota de bien hacer, calidad y excelente gusto artístico.
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