Rafael de León puso la letra, el
maestro Quiroga la música. No podían ser otros. No me llames Dolores,/ llámame Lola / que ese nombre en tus labios /
sabe a amapola. Casi media noche del lunes, Radio Andalucía Información
(R.A.I), el programa: “Poetas andaluces”,
la voz,- cadencia y armonía - de Antonio García Barbeito, la introducción
de Rogelio Reyes… No podían ser otros.
Hay un desgranar de poemas: Juan
Ramón, Rafael Alberti, Carlos Murciano… De pronto, una voz femenina, dice: ‘Anónimo’
y Rogelio comienza a hablar de un pueblo de la provincia de Málaga, Álora, y
hace una introducción de uno de los poemas más bellos de la Épica castellana…
Y la voz de Barbeito que arranca: “Alora, la bien cercada/ tú que estás en
par del río…” y sigue el poeta recitando – ritmo, compás, sutilidad - a
otro poeta del siglo XV, del que desconocemos su nombre, pero que probablemente
aquel día estaba allí, como los que contaron
cuando lo de Joselito en Talavera, o Granero en Madrid o Ignacio en Manzanares,
o Manolete en Linares. No lo sé. A lo peor se lo contaron de oídas. Narra la
muerte de Diego Gómez de Ribera, Adelantado de Andalucía, ante los muros de su
castillo.
La voz, esa voz que ya por sí
misma transmite con su timbre único, dice que el campo estaba repleto de
hombres de armas, que habían hecho un portillo, que los moros, moras, y moritos
pequeños llevan sus pertenencias para resguardarse tras los muros de la
fortaleza y que se defienden y que una flecha certera, disparada desde detrás de
una almena, asestárale a la frente /
salido le ha al colodrillo lo hiere tan mortal, que Pablo y Jacobillo que
había criado en su casa desde chicos, lo sacaron de rienda y lo llevaron a los
maestros por ver si… Y a las primeras palabras / el testamento les
dijo.
Y Álora de Rosa y nardo como la vio Antonio Vergara, y de Cal y hierro en José María Lopera; verdialera y folclórica en Juan
Martín “el Capitán”, o en Pepe Rosas; naïf en la paleta de Rittwagen, hiperrealista
en la de Leonardo Fernández, puntillista
en la de Julián Santamaría y nuestra en la Jacques Laulheret…, de terciopelo
florentino en la garganta de Antoñita Contreras o en el torrente de Benito Moreno… Alora, les digo, supo en la
noche del lunes, a amapola, amapola roja entre trigales, en la voz de Antonio
García Barbeito…
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