miércoles, 24 de marzo de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ya mismo es Jueves Santo

 


Ya mismo, solo unos días y… es Jueves Santo. Otro Jueves Santo sin Ti por las calles del pueblo, Nazareno de las Torres. Otro Jueves Santo que tampoco subiré y no veré como se pone en marcha el cortejo. Paracadistas, nazarenos, curiosos que fueron y los que subieron porque algo les empuja por dentro…

No echarás a andar, entre dos luces. Padre Nuestro que estás en el cielo, y ahora, a ras del suelo, el Tuyo y el nuestro… Y el Nazareno que viene, mecido en el bullicio de la mar de gente. Padre Nuestro, de tus cofrades, de los hombros metidos bajo tu trono, de los que subieron porque hay que hacerlo.

Otro año más sin que bajes entre flores: geranios, claveles, pensamientos que te salen al paso.  Santificado sea tu nombre. Ese nombre bendito en la tierra y en el cielo.

Venga a nosotros tu reino. El que no entendemos, el que nos marca tu voluntad y que nosotros, en nuestra soberbia, llamamos destino, el que marca los días y el devenir de las cosas. Este año… pues eso, que será, también, el Jueves Santo, de otra manera.

No tendré que bajar, de prisa, callejeando por ese albaicín nuestro que llamamos Barranco para coger sitio en la plaza y verte asomar, como solo contigo saben hacerlo, por esa esquina de suspiros, de anhelos, de… Hágase tu voluntad… Y cuesta, sabes, que cuesta. ¡Cuánto nos cuesta! ¿Será por eso por lo que tienes tan pocos amigos? Se bambolean los cordones dorados de tu túnica. Y sigues con tu cruz…

Y, luego, detrás, Crucificado casi tocando las paredes con las yemas de tus dedos… “No me mueve mi Dios para quererte…” En la estrechez de la calle que perdió el ser Ancha para quedarse en la estrechura de la fe. Este año te rezaré también, desde otro sitio, silencio.

No habrá ess momento en  el que no sabemos a dónde mirar. El discípulo amado… ¿Soy yo? Ahí tienes a tu Madre y… Aquí, le hemos puesto María Santísima del Amor… Y porque somos de esta manera, a las Vírgenes las llamamos con todos nuestros problemas: Amargura, Amparo, Angustias… y Dolores, que sin caber cabe, por la puerta grande del templo que se quedó pequeña… Este año, no, no… Así en la tierra como en el cielo.

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