Para ti...
miércoles, 31 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Expiración
A mi amigo Jaime Rittwagen
Cuando esta noche, noche de
Miércoles Santo, el reloj diga que estamos en la mediación entre la aurora y el
ocaso, no se abrirán las puertas, las puertas del templo santo, donde dan
cobijo durante el año, a Jesús que está expirando y su madre Dolorosa de
compungido llanto…
Realmente no salen de San Pedro,
como lo hicieron antaño, ahora lo hacen de una casa Hermandad construida a su
lado, que poco a poco han ido embelleciendo, por fuera sus hermanos, un detalle
en la ventana, que si la puerta tiene clavos, que si ¿cómo rematamos el
tejado?, porque por dentro ¡Ay por dentro, lo tienen ya todo cerrado!
Un Cristo de Benlliure, que dicen
que era agnóstico, ¿y qué es eso cuando se saca a la calle una imagen de tanto
impacto? ¿Muerto? ¿Vivo aún? Dicen que le puso los ojos vidriados, para que en
la fe de cada uno, lo tenga en medio del tránsito, ese que dicen que va de la
vida a la muerte, cuando ya no cabe el retorno y Dios espera con los brazos
abiertos a ambos lados, para acoger a los que vienen, que si por el camino
cierto, que si por el camino descarriado.
No estará el Escudrón de la
Guardia Civil, Guardia Civil a caballo, que abre paso al cortejo, que hace que
algunos amigos, de los que vemos de año en año, nos saluden desde lo alto y
dando media vuelta a las riendas, que hacen girar al caballo y comienzan esos
sones, esos sones tan oportunos, tan distintos, tan especiales, que suenan de
otra manera en Málaga, cada noche de Miércoles Santo.
No irán tampoco hombres de vista
al frente, paso corto y un tricornio acharolado, pero es el de gala, que la
noche lo requiere y el pueblo, que no sabe de otras historias, se rompe en
aplausos y banda de música y mujeres, algunas hijas del cuerpo y otras que
buscaron este medio de servicio; y hace que resuene sin que medie palabra
alguna: la mayor divisa es el Honor, y es la Guardia Civil a la que todos, en los momentos de angustia,
buscamos.
Miércoles Santo, Expiración ¿en
la calle? Esta noche no, esta noche, porque las circunstancias mandan, Cristo,
el Cristo de los ojos vidriados, el que talló Benlliure, estará en su trono con
su madre al lado, esperando, esperando…
martes, 30 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Piedad
La Piedad o El Silencio, porque
“todos podemos hablar distintas lenguas, pero todos hablamos el mismo silencio”
que escribió el Maestro Alcántara, una tarde de una primavera de hace muchos
años…
Ahora, otra primavera, los
Hermanos de la Piedad han tenido a bien sacar una representación de su titular
a la puerta del templo. Lo han hecho en un mosaico excelente, del artista de
Chiclana, Israel García Jiménez.
La Piedad, María con Jesús muerto
entre sus brazos, pregunta sin respuesta a los transeúntes, con la voz prestada
del profeta Jeremías en sus Lamentaciones:
“Oh vosotros que pasáis por el camino, mirad si hay dolor semejante a mi
dolor”. Roto el corazón, la Madre expresa en su cara de infinito dolor, el
dramatismo del momento.
La pieza de cerámica, sigue las
técnicas tradicionales. Encuadra la escena en un arco de medio punto. Se impone
un neobarroco donde el protagonismo – no puede ser de otra manera – muestra con
realismo, las imágenes titulares de la Cofradía. La composición se complementa
con imágenes de Álora, idealizada, pero no exenta de la plasticidad que ofrece
la ciudad, pincelada blanca.
La Cofradía de la Piedad, se
implantó en Álora a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Desde un
principio, marcó unos cánones que la hacían diferente a las otras cofradías que
ya existían en la localidad.
Miguel Estrada, destinado en la Delegación
del Ministerio de Hacienda en Ciudad Real, quedó impresionado e impregnado por
la seriedad con que procesionaba la advocación en aquella localidad de la
entonces Castilla la Nueva.
La trajo a su pueblo. En aquel
inicio, los hermanos hacían la salida procesional sin túnicas y sí con traje
oscuro, zapato negro, corbata y guantes blancos. No iba acompañada por banda de
música. La cofradía hacia su salida en
la noche del Viernes Santo desde la parroquia de la Encarnación. Años después,
tras el traslado de la imagen de Jesús Orando en el Huerto, a la capilla del
Calvario, ocuparon el altar vacío en la iglesia de la Vera-Cruz, donde fijaron
su sede canónica.
Esta cofradía, ha pasado, como
otras, por momentos de dificultad y ha experimentado un notable reflotamiento
cambiando algunos de los cánones iniciales en cuanto a la vestimenta de sus
hermanos, que lo hacen con túnica y acompañados de una capilla musical. Ahora
vuelven a dar una nota de bien hacer, calidad y excelente gusto artístico.
lunes, 29 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Desencallado
Joaquín de la Oliva escribió la
letra y el maestro Juan Mostazo la música. “¿Adónde va irá ese barquito / que
cruza la mar serena? Y ellos mismos también daban la respuesta: “Unos dicen que
a Almería / y otro que pa Cartagena…” Se lo preguntaban pero por otras razones.
Ellos no sabían ni podrían
soñarlo siquiera en el tiempo en que vivieron, que un barco de los grandes, pero
grande, grande, de los de verdad, el Ever Given, en su singladura desde Malasia
a Roterdam terminaría encallado en el Canal de Suez.
Dicen las informaciones que el
buque está considerado como uno de los más grandes del mundo en su modalidad,
que transporta más de dieciocho mil contenedores y que el corte del canal por
su culpa afecta a la economía mundial en torno a los ¡diez mil millones de
dólares de pérdidas diarias!
No se ponen de acuerdo en
determinar la causa del accidente. Hay quien dice que fue una tormenta de
arena; otros, lo atribuyen a un fallo humano. Hay quien dice, y a lo mejor
puede que les asista la razón, que es demasiado grande. Lo cierto es que ha
habido más de trescientos buques atrapados en la ratonera y algunos han
comenzado a bordear África, como en los viejos tiempos, rodeando el Cabo de
Buena Esperanza…
Según publican los periódicos el
barco es un bicho. Se construyó en los astilleros Imabari, en Japón. Navega bajo bandera panameña, tiene casi
cuatrocientos metros de largo, casi sesenta de ancho y dieciséis de profundidad
(en a mar a eso le llaman eslora, manga y calado).
El barco que es relativamente
nuevo tiene un historial que llena páginas de incidencias. En febrero de 2019
colisionó y le originó serios desperfectos a un transbordador en las cercanías
del puerto de Hamburgo lo que originó la interrupción del tránsito marítimo por
el río Elba, y ahora éste del Canal de Suez…
Ahora tras ímprobos esfuerzos
hombres y máquinas lo han desencallado. Los hombres occidentales ha tenido que
asumir que se creían los dueños del mundo y un virus y nos encierra; se las
andaba buscando cómo llegar al planeta Marte y un barco encallado hace que el
tráfico marítimo tenga que buscar otras vías… A ver cuál será la tercera…
domingo, 28 de marzo de 2021
Una hoja nueva del cuaderno de bitácora. Faraján
Faraján no está donde Cristo dio
las tres voces, pero casi. Faraján está donde los vientos del Estrecho juegan
en el recreo, entre Júzcar y Cartajima,
en la Serranía de Ronda, en el Valle del Genal. La vegetación, exuberante:
quejigos, castaños, encinas y alcornoques. Con sus bellotas se cría, en
montanera, el cerdo rubio dorado gaditano.
Palabras mayores en la gastronomía. ¡Palabrita del Niño Jesús!
Su nombre viene el árabe y
significa lugar deleitoso o alegre. No lo sé, pero los dos le cuadran. Después
de la conquista, se abandonó, fue repoblado y en la Guerra de la Independencia
tuvo un comportamiento valeroso.
A Faraján se llega por varios
caminos: desde la Carretera de Algeciras por Alpandeire, el pueblo de fray
Leopoldo que ya está en los altares por su vida de santidad, y Júzcar, ese
pueblo que por tener cosas bonitas hasta tiene un restaurante con el nombre de
‘montichelli’ y que se empeñaron en
pintar de azul por mor de un esnobismo que se imponía desde fuera.
Se puede ir, también por
Cartajima, el pueblo más alto, al menos eso dice la Guía que yo llevaba de la
provincia de Málaga. La carretera, casi llana, tiene muchas curvas y es tan
estrecha que en ocasiones cuesta el cruce con otro vehículo que venga en
sentido contrario.
Hay una tercera. Para mí la más
sugerente. Viene por la otra ladera del monte, o sea, por la carretera que va
desde Igualeja (Parauta, se queda en tierra de nadie, aunque algunos dicen que
Omar Ibn Hafsun, el héroe de Bobastro nació en el castillo de Auta… En fin, ¿lo
dejamos para otro día?) y Pujerra, que yo siempre dudo si escribirla con ‘g’ o
con ‘j’.
Antes de llegar a Pujerra, a la
derecha, la carretera baja como quien se despeña vertiginosamente hasta el río
Genal. Agua limpia, cristalina, ejemplo de lucha de muchas personas por
conservar una naturaleza única. Y tal como ha bajado, tras cruzar el río,
comienza la ascensión al pueblo.
En la Guerra de Granada por
Faraján pasaron tropas cristianas. Las mandaban don Antonio de Luna y el Duque
de Arcos. Una lápida sobre el pilar lo recuerda: “En esta fuente abrevadero de
“allá arriba” bebieron el 16 de septiembre de 1568 las tropas de D. Antonio de
Luna y el Duque de Arcos durante la Guerra de Granada. (Restaurada en 1923 y
2020).
sábado, 27 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Otra Semana Santa
Mi pueblo, Álora, se viste de
azahar y flores nuevas para recibir cada año a la Semana Santa. Por lo que
todos sabemos, nos vamos a quedar sin procesiones en la calle. Sin Semana
Santa, no. A nosotros, eso no nos da igual, ese hueco cuesta llenarlo.
Somos la releche. Verán. La
señora de la casa, beata de velo de encaje negro, misal y rosario de perlas
blancas y cruz de lata imitando a plata, adoctrinaba a la muchacha que prestaba
servicios en su casa.
“Y ahora, le dijo, cuando veas las procesiones
por la calle, es algo de cada año. Eso te recuerda, que lo apresaron y lo
azotaron y lo coronaron de espinas y lo crucificaron y… Y, eso por qué, preguntó desconcertada, la
chiquita… Por voluntad del Padre, contestó… Ojú, respondió, ¡qué padre con más mala leche!”.
Este año no se podrá cantar: “Pueri hebraeorum portantes ramos olivarum,
obviaverunt Domino: Hosanna in excelsis” cuando los niños las agiten al
aire. Bendito el que viene en nombre del Señor. La calle Atrás no verá cómo
Jesús, sobre una borriquilla hace que Jerusalén, por unas horas, sea más
nuestra, ni las madres – por aquello de estrenar el Domingo de Ramos - con
trajes nuevos comprados con la tarjeta del Corte Inglés y pagado en el mes
siguiente y niño, mira, mira al móvil para enviarle la foto a la abuela…
Pero Álora es como es. En
cualquier sitio Jesús Orando en el Huerto saldría de un templo… pues aquí sale
de un templo, por supuesto, que también tiene su miga. Los hermanos levantan la
capilla con un esfuerzo enorme, dan sablazos, recogen, ladrillos, cemento,
arena, yeso… Llega la hora de la bendición. El Obispado, ante la ausencia de
proyecto, plan de ejecución de obras, permisos…,no lo autoriza y se niega a la
bendición.
-
¿Qué no hay bendición religiosa, dice uno de los echados pa lante?, pues, vamos y lo
bendecimos por lo civil (sic).
Jesús Orando en el Huerto, la
noche del Domingo de Ramos no viene de Getsemaní, que no, que no, que aquí
viene…¡del Calvario!
En la mañana del Viernes Santo se
produce la llamada totémica de los perotes. Los portadores delanteros de los tronos
de Jesús y Dolores se arrodillan ¡hasta tres veces! a la señal de un maestro de
ceremonias. No, no es un reencuentro. Nosotros lo llamamos: la Despedía…
viernes, 26 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Conchas finas
Crudas o a la plancha, con un
chorreón de limón, un poquito de sal y un espurreo de pimienta negra. Así es la
manera más usual de consumo, aunque según el sitio pueden agregarle algunos
otros condimentos, sobre todo si su consumo es en crudo. Hay cocineros que las
preparan al ajillo, con salsa picante, al pilpil con ajo y cayena e incluso a
modo de sushi.
Entran dentro del grupo de los
moluscos. Vive en zonas arenosas, hasta el punto que el color de la arena condiciona
el de la concha – es un bivalvo – que pregona el sitio marino donde se crió. A
veces llega hasta los cien metros de profundidad. Se les conoce como almejas de
Málaga pregonando donde se criaron o dónde su consumo llega a parámetros
elevados.
Con un golpe seco se propicia la
labor de limpiarlas. Ese golpe hace que el molusco sufra una contracción y con
un cuchillo, mejor un medio cuchillo, permite su apertura. Recomiendan los
gastrónomos que en la media de los posible se conserve el agua de mar que
llevan en su interior porque eso les hace que su saber sea algo así con
paladear una ola pero sin la salinidad de la superficie.
Las conchas finas entran, en su
identificación, en el grupo de moluscos bivalvos, carecen de cabeza
diferenciada y tentáculos y viven en las
cercanías de los litorales marinos aunque tampoco se descarta que algunos lo
hagan en profundidades abisales.
Se alimentan filtrando el agua
durante las horas de mareas altas de donde extraen su alimento. Tiene un
pequeño pie que le permite enterrarse en la arena y casi carece de movilidad.
Cuando se mueve utiliza un músculo que le permite, además, enterrarse en la
arena.
La salinidad y movilidad del agua
no tienen gran influencia en estos moluscos si bien prefieren mares de aguas
tranquilas en contraposición a las turbulentas. Entre los moluscos bivalvos más
conocidos están la ostra – que no es propia de las costas del litoral malagueño
– la almeja, la navaja y el mejillón.
Par acompañar su consumo estos
manjares marinos piden un vino blanco afrutado, sin alta graduación y si es
posible frío o muy frío lo que hace que se potencien sus sabores, y se pueda
soñar con eso que se llaman cantos de sirenas que caminan por olas de nácar. Ya
ven con cualquier cosilla come uno…
jueves, 25 de marzo de 2021
Desde el Asia Central se vino al
Mediterráneo y, desde aquí, se extendió por todo el mundo. No hay continente
donde no se haya implantado su cultivo. La manera de cocinarla es tan variada y
tan rica que admite modalidades.
Se usa también como consumo
animal. Es una parte, en los piensos compuestos para la ganadería a la que
aporta gran cantidad de proteínas y carbohidratos y es un complemento esencial
en su alimentación equilibrada.
Las habas florecen cuando apunta
el invierno a su fin y ofrecen su fruto con la llegada de la primavera. Entre
la gente del pueblo llano siempre se emparentó la aparición del fruto con
enfermedades mentales aduciendo que en tiempo de habas las cabezas se veían
afectadas. Debe ser por el cambio estacional y no porque ni el fruto ni la
planta tenga ninguna connotación especial que afecte directamente a la salud
humana.
Son muy beneficiosas - es una leguminosa – para la agricultura.
Los que saben dicen que fijan el 80% de nitrógeno de la atmósfera al suelo. En
algunos lugares se alteran los cultivos de cereales con los de leguminosas, y
organizan una cadena cíclica que se alterna con los años. A veces, el hombre
del campo no sabía su propiedad de fijar el nitrógeno pero sí conocía que
enriquecía la tierra.
Son ricas en sales minerales
principalmente calcio, potasio, fósforo, magnesio, hierro y cobre, son portadoras
de vitaminas A, B y C, y, sin embargo hay personas que son alérgicas a su
consumo y les acarrea acumulación de gases.
Es propensa a ser atacadas por
diferentes plagas de hongos y de insectos. El milidiu hace que aparezcan manchas en sus
hojas que terminan cayéndose. La roya le produce decoloración en sus hojas y origina
la aparición de pústulas que segregan un polvillo amarillo. El jopo – un parásito
– afecta a su producción.
En el roscón de Reyes se le da un
carácter jocoso pues al ser enterrada en bizcocho se sobreentiende que el
comensal que tropieza con ella es quien tiene que pagarlo.
En la cocina se comen con jamón y
abundancia de aceite de oliva, en tortilla, en puchero, en menestras…, y en un
abanico muy extenso según qué región y qué costumbres culinarias imperen en la
zona. Ahora es tiempo de potaje de cuaresma y con pipas de habas ponen una nota
muy especial en estos días previos a la Semana Santa.
miércoles, 24 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ya mismo es Jueves Santo
Ya mismo, solo unos días y… es
Jueves Santo. Otro Jueves Santo sin Ti por las calles del pueblo, Nazareno de
las Torres. Otro Jueves Santo que tampoco subiré y no veré como se pone en
marcha el cortejo. Paracadistas, nazarenos, curiosos que fueron y los que
subieron porque algo les empuja por dentro…
No echarás a andar, entre dos
luces. Padre Nuestro que estás en el cielo, y ahora, a ras del suelo, el Tuyo y
el nuestro… Y el Nazareno que viene, mecido en el bullicio de la mar de gente.
Padre Nuestro, de tus cofrades, de los hombros metidos bajo tu trono, de los
que subieron porque hay que hacerlo.
Otro año más sin que bajes entre
flores: geranios, claveles, pensamientos que te salen al paso. Santificado sea tu nombre. Ese nombre bendito
en la tierra y en el cielo.
Venga a nosotros tu reino. El que
no entendemos, el que nos marca tu voluntad y que nosotros, en nuestra soberbia,
llamamos destino, el que marca los días y el devenir de las cosas. Este año…
pues eso, que será, también, el Jueves Santo, de otra manera.
No tendré que bajar, de prisa,
callejeando por ese albaicín nuestro que llamamos Barranco para coger sitio en
la plaza y verte asomar, como solo contigo saben hacerlo, por esa esquina de
suspiros, de anhelos, de… Hágase tu voluntad… Y cuesta, sabes, que cuesta.
¡Cuánto nos cuesta! ¿Será por eso por lo que tienes tan pocos amigos? Se
bambolean los cordones dorados de tu túnica. Y sigues con tu cruz…
Y, luego, detrás, Crucificado
casi tocando las paredes con las yemas de tus dedos… “No me mueve mi Dios para
quererte…” En la estrechez de la calle que perdió el ser Ancha para quedarse en
la estrechura de la fe. Este año te rezaré también, desde otro sitio, silencio.
No habrá ess momento en el que no sabemos a dónde mirar. El discípulo
amado… ¿Soy yo? Ahí tienes a tu Madre y… Aquí, le hemos puesto María Santísima
del Amor… Y porque somos de esta manera, a las Vírgenes las llamamos con todos
nuestros problemas: Amargura, Amparo, Angustias… y Dolores, que sin caber cabe,
por la puerta grande del templo que se quedó pequeña… Este año, no, no… Así en
la tierra como en el cielo.
martes, 23 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Amapola
Rafael de León puso la letra, el
maestro Quiroga la música. No podían ser otros. No me llames Dolores,/ llámame Lola / que ese nombre en tus labios /
sabe a amapola. Casi media noche del lunes, Radio Andalucía Información
(R.A.I), el programa: “Poetas andaluces”,
la voz,- cadencia y armonía - de Antonio García Barbeito, la introducción
de Rogelio Reyes… No podían ser otros.
Hay un desgranar de poemas: Juan
Ramón, Rafael Alberti, Carlos Murciano… De pronto, una voz femenina, dice: ‘Anónimo’
y Rogelio comienza a hablar de un pueblo de la provincia de Málaga, Álora, y
hace una introducción de uno de los poemas más bellos de la Épica castellana…
Y la voz de Barbeito que arranca: “Alora, la bien cercada/ tú que estás en
par del río…” y sigue el poeta recitando – ritmo, compás, sutilidad - a
otro poeta del siglo XV, del que desconocemos su nombre, pero que probablemente
aquel día estaba allí, como los que contaron
cuando lo de Joselito en Talavera, o Granero en Madrid o Ignacio en Manzanares,
o Manolete en Linares. No lo sé. A lo peor se lo contaron de oídas. Narra la
muerte de Diego Gómez de Ribera, Adelantado de Andalucía, ante los muros de su
castillo.
La voz, esa voz que ya por sí
misma transmite con su timbre único, dice que el campo estaba repleto de
hombres de armas, que habían hecho un portillo, que los moros, moras, y moritos
pequeños llevan sus pertenencias para resguardarse tras los muros de la
fortaleza y que se defienden y que una flecha certera, disparada desde detrás de
una almena, asestárale a la frente /
salido le ha al colodrillo lo hiere tan mortal, que Pablo y Jacobillo que
había criado en su casa desde chicos, lo sacaron de rienda y lo llevaron a los
maestros por ver si… Y a las primeras palabras / el testamento les
dijo.
Y Álora de Rosa y nardo como la vio Antonio Vergara, y de Cal y hierro en José María Lopera; verdialera y folclórica en Juan
Martín “el Capitán”, o en Pepe Rosas; naïf en la paleta de Rittwagen, hiperrealista
en la de Leonardo Fernández, puntillista
en la de Julián Santamaría y nuestra en la Jacques Laulheret…, de terciopelo
florentino en la garganta de Antoñita Contreras o en el torrente de Benito Moreno… Alora, les digo, supo en la
noche del lunes, a amapola, amapola roja entre trigales, en la voz de Antonio
García Barbeito…
lunes, 22 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Aquí nació la Lengua
San Millán de la Cogolla es un
monasterio riojano a orillas del río Cárdenas, ubicado en la Sierra de la
Demanda. La Demanda, conjuntamente con otras, Montes de Oca, Cebollera (donde
el hayedo de Santiago, uno de los parajes más bellos que uno puede encontrase
por aquellas tierras), Picos de Urbión, Serranía de Cuenca, Albarracín, Moncayo,
que casi es Aragón…, y que memorizábamos cuando muchachos, forma parte del
Sistema Ibérico.
Allí, en San Millan (cogolla
viene de cuculla, cerro) se recogió en las Glosas Emilianenses el nacimiento de
dos lenguas, la castellana (a mí me gusta más llamarla así) que española, y el
euskera, o sea, que acunaron a dos recién nacidas en sus primeras palabras.
Un poco más allá, en Berceo, tan
poco más allá, que se va andando y ni se nota, nació Gonzalo, que tuvo una
educación esmerada y que profesó como monje – su hermano, también – en el
monasterio. Gonzalo es el primer poeta que se conoce que escribe en nuestra
lengua y lo hace dentro de lo que se llamó el Mester de Clerecía.
Gonzalo de Berceo escucho las
palabras con las que el pueblo llano se hablaba entre sí. “En Román paladino, como suele fablar el pueblo a su vecino” y las
recogió y las dejó escritas y las transmitió para conocimiento de todas las generaciones
que vendrían después.
Escribió vidas de santos, -
textos hagigráficos, tampoco el tiempo estaba para otras cosas – y sobre todo,
dentro de lo que aportó, Los milagros de
Nuestra Señora. Es algo delicioso, con un poco de fárrago en su lectura. No
se puede olvidar ni el tiempo ni para quien estaba escrita la obra.
A La Rioja que hasta hace poco se
le consideraba una más de las ocho provincias que componían Castilla la Vieja,
se puede ir por muchas cosas: paisaje, gastronomía, cultura, historia… Desde
Soria se entra por los puertos de Oncala, el Madero o Piqueras; desde Burgos, por Salas de los Infantes; desde
el País Vasco, por Pancorbo; desde Aragón subiendo el Ebro… Los peregrinos que
venían por el Camino de Santiago llegaban desde Viana en Navarra, a Logroño. Ya
se sabe, todos los caminos conducen a Roma.
Y aquí uno, ante textos tan
sublimes entorna los ojos y piensa: aquí, precisamente aquí, nació la Lengua.
domingo, 21 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Diego de Ribera 1434
Partieron temprano, casi con la
salida del sol, de su palacio de Écija. Cruzaron la campiña camino de Oxona.
Tierras fértiles de campiña. Llanura extensa… Caminaban a medio a paso,
decidido. Después entraron en terreno quebrado y dieron en caer, al atardecer, no
lejos del río Corbones…
a nobleza andaluza andaba con
escaramuzas en la frontera del reino nazarí. Querían más poder, más
riquezas y más favores del débil Juan
II.
Diego Gómez de Ribera, hijo de Per Afán de Ribera, el Viejo y Aldonza
de Ayala, su segunda mujer, casado con Beatriz Portocarrero, muerta cuatro años
después que él, Señor jurisdiccional, entre otras, del Cornil, Espera, Bornos,
Cañete la Real, Olvera, Torre Aláquime…
Teniente de los castillos de
Turón, Ardales, Torre de Rute, Iznájar, Castellar, Ayamonte, Zahara…Capitán
General del Reino de Jaén y del Arzobispado de Sevilla, Notario, Adelantado
Mayor de Andalucía, “brioso amante del arte de la guerra” y el corazón
animado a facer daño en los moros en el invierno como en el verano.
No era la primera vez que caía por
estas tierras. Había venido en tres ocasiones anteriores. En 1432 taló los
valles de Cártama, Santa María, Xurriana y derrocó los molinos de Málaga; la
segunda y la tercera sobre el cerro de los Pendones, entre Cártama y
Alhaurín, en la primavera de 1433, y la cuarta, ante el castillo de al-Lura,
en la primavera de 1434…
Volvieron a reemprender la
marcha. Cruzaron el Turón, cerca de sus castillos de Turón y Ardales. Subieron
un puerto y bajaron cabe el cauce de un
arroyo que, por ser primavera, llevaba aguas claras y abundantes. Pasaron la
noche en la cercanías del Sabinal. A la mañana siguiente, por el Puni llegaron a las cercanía del
castillo y asentaron el “Real sobre
Alora, una villa buena, de quien recibía mucho mal é daño el término de
Antequera é de Ximena, é los cristianos que entraban á correr tierra de
Málaga”.
Después de veinticinco días de
asedio, desde las almenas: “En alta voces diciendo / que del real le han
oído: ¡Tregua, tregua, Adelantado, / por tuyo se da el castillo….” Se
levantó la visera, una flecha certera, le entra por la boca, le sale por el
colodrillo. Lo sacan Pablo y Jacobillo “estos dos que había criado / en su
casa desde chicos”. Nada pudieron hacer por su vida. Alóra, entraba en la
Historia de Épica castellana.
ROSAS
FERNÁNDEZ, Alejandro. Archivo Particular. 2020
Historia
de Andalucía.
sábado, 20 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ombú
El dramaturgo Alejandro Casona,
lo cita en su obra La casa de los siete
balcones cuando el recuerdo dice que, por las noches, el viento lanzaba un
grito agudo y lejano, a modo de aullido, y pregonaba: “ombúuuu, ombúuu” que se
perdía en la oscuridad bajo las estrellas. Su nombre es una voz guaraní. Significa
sombra o bulto oscuro.
El ombú (phytolacca
dioica) es un árbol – hay quien lo considera una planta herbácea
enormemente desarrollada – oriunda del noreste de Argentina, en la provincia de
Corrientes, vecina de Uruguay y sur de
Brasil en uno de los humedales más grandes del mundo, lo que puede ser un
contrate porque también puede vivir en zonas secas. Aunque también se da en
Paraguay.
Florece en primavera. El ombú silvestre
tiene un aspecto muy diferente al cultivado. Alcanza una enorme altura, tiene un
tronco robusto y en él puede almacenar gran cantidad de agua. En la pampa
argentina – donde está considerado como un árbol nacional - es muy valorado por su sombra y porque marca
los diferentes límites de las propiedades. En las estaciones secas, la humedad
que ofrece bajo su copa es muy valorada.
Sus raíces contienen saponina y
se emplean para lavar la ropa, le dan un carácter tóxico y se usa también en la
medicina popular. Tienen un color carmín y separadas las flores femeninas y
masculinas en pies diferentes.
En Málaga hay ejemplares en
parques públicos o en fincas privadas. Las más notorias están en la finca El
Carambuco, en Churriana, vecina a una propiedad que fue de Gerald Brenan y que
adquirió la familia Caro Baroja, sobrinos de don Pío, uno de los grandes
novelistas españoles del siglo XX.
Existe otro ejemplar con más de
siete metros de altura en el cortijo de Jotrón, atribuyéndose su construcción a
Martín de Aldehuela o a alguien de su entorno. El cortijo, hoy en ruinas, fue un
lagar en la cuenca del arroyo de los Frailes existente en el Parque Natural de
Montes de Málaga. Hace más de un siglo fue traído desde Argentina. Formó parte
de un jardín bien cuidado. Hoy se halla rodeado de pinos carrascos, cipreses,
adelfas y retamas. Este árbol está catalogado como uno de los árboles
singulares de Andalucía.
viernes, 19 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El pistacho, mola
Desde hace unos años, la
población europea se ha hecho una gran consumidora del pistacho. Le han
descubierto un montón de propiedades y este fruto seco se abre paso entre los
consumidores que cada día le ofrecen su mesa.
El pistacho es oriundo de Oriente
Medio. Houy, Irán es el mayor productor, aunque no hay zonas en los cinco
continentes que por sus características de cultivo, no haya tenido una gran
aceptación. La última población que ha acogido su consumo, ha sido la de habla
inglesa si bien es un producto conocido en el mundo culinario desde el siglo VI
En todo el Impero romano se
conoció y se valoró su consumo y se consideró que Roma que lo propagó por todo
el Mediterráneo y luego fue la introductora de un producto que aportaba muchas
calorías y que, además, ofrecía una cierta facilidad de conservación y un
transporte con no muchas dificultades.
Crece en lugares secos, muy
secos, hasta el punto que casi se considera una plantación que puede
desarrollarse en sitios con bajísima pluviometría. Tiene otra cosa a su favor,
admite las bajas temperaturas que pueden descender hasta los -10º y en el otro
extremo del termómetro puede resistir hasta los 40º, lo que le permite un
abanico amplísimo. Soporta los suelos con una alta salinidad, pero huye de los húmedos.
Entre los beneficios que aporta
el consumo de pistacho al ser humano está el de la mejora de la vida sexual,
reduce el riesgo de sufrir enfermedades vasculares y es el mejor fruto seco
contra la diabetes. Ayuda a controlar el peso, reduce la tendencia a la
obesidad y regula el tránsito intestinal.
En las llanuras de la provincia
de Granada, entre Guadix y el límite con la provincia de Almería, cada día
tiene más aceptación. Esos lugares ofrecen entre setecientas y dos mil horas de
reposo invernal. Le ofrece también un número de horas de calor necesarias a
partir de la implantación de la primavera en los meses de abril y mayo.
Se está extendido su cultivo
también por Castilla-La Mancha, Albacete y Guadalajara y hay fincas
experimentales en la provincia de Huelva, en Bonares, en las cercanías del
Tinto pero donde, por la proximidad relativa de la marisma, se puede encontrar
con el obstáculo de una pluviometría superior a la que necesita el pistacho.
jueves, 18 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Escoba de brujas
Los rosales están en plena
ebullición. Se han vestido después de la poda – generalmente, en los meses de
diciembre y enero, en los lugares cálidos – y ahora, ya apuntan las rosas para
lucir dentro de unas semanas, quizá días, en todo su esplendor.
La mayoría de las plantas de
nuestros jardines, vienen de viveros muy especializados. Han hecho una
selección genética y ofrecen verdaderos primores de rosas por su colorido,
forma, exuberancia… Casi todas, poco olorosas, eso sí, pero de una belleza
inusitada.
Tienen además, un problema
añadido: son pasto de enfermedades. Generalmente hongos, bacterias y virus,
además de insectos a modo de pulgones que, con una melaza como presentación de
cartas credenciales, anuncian su llegada inminente.
Una amiga – no estoy autorizado a
desvelar su nombre – me envío una foto. Me exponía un problema aparecido en su
rosaleda… De entrada le dije, que no sabía qué era. Me encomendé al rosario de
amigos que uno tiene por esos mundos de Dios…
Paco González, Antonio Miguel
Sánchez, Joaquín Rebollo y Juan Blanco, han sabido de mis cuitas y cada uno se
ha pronunciado. Ante la foto de mi amiga – yo, ignorante, pensé en la
posibilidad de un hongo – se inclinan por pensar en una virasis. Eso hace más
grave el diagnóstico. Los virus por la experiencia que vivimos, y en estos días
más, sabemos que no tienen cura…
Dicen que puede ser el virus del
mosaico o el virus conocido como la ‘escoba de bruja’. Los dos, hijos de mala
madre, y con las ideas de un cable caído. Me he zarzaleado páginas de internet
(¡cómo son útiles estos medios para los que somos profanos en tantas cosas!), y
me he empapado de información. En la medida en que mi buenismo puede tener respuesta,
me entero que el bichito se transmite, ¡manda bemoles!, por el aire.
Como estos medios llegan a tantos
sitios, he optado por escribir, además de adjuntar la fotografía que me envío
mi amiga, y abrir el abanico a las posibles experiencias y conocimientos de los
expertos. Los que amamos las rosas, unos porque ya tienen el problema y otros
porque podemos tenerlo, sin menoscabo de todo lo anterior, y valorando la ayuda recibida, vamos a
agradecer mucho la posible solución al problema… De antemano, gracias.
miércoles, 17 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Preludio de primavera
Hay levante en el estrecho y
nosotros, por cercanía, aquí, pillamos algo. El viento en la sierra mueve las
ramas de los árboles, los pájaros, dan uno, y otro, y muchos viajes a los
cipreses de la alberca. Llevan ramitas secas; hacen sus nidos. La bruma del
amanecer cubre el horizonte…
No hay olor a incienso en las
penumbras de los templos. No sacan brillo a los jarrones que imitan plata,
desempolvados de las cajas de cartón donde dormitan el sueño de un año en
espera del momento, de que llegue el tiempo y unas manos de cariño los ponga a
punto para ocupar su sitio en el trono cuando salgan a la calle junto a Ella.
Dicen que este año no hay Semana
Santa. No es correcto. Lo que no habrá serán procesiones en las noches de
primavera, como cada año, cuando la luna de Nisan se adueñe del cielo. Por las
calles de los pueblos, de las ciudades de distinto pelo, porque los pueblos se
echan a la calle y todos, a su manera, veneran lo sembrado a lo largo del
tiempo y recogido en su momento, pero este año, otra vez, ¡ay! no sonará la
llamada lejana de cornetas que anuncia que por allí viene la procesión.
Preludio de primavera, luz de
Dios que asoma cada mañana, entre la bruma de la mar, cada día un palmo más a
la izquierda, por el horizonte, un palmo más, solo palmo, para llegar a la
plenitud cuando dentro de un par de meses mal contados llegue a su cenit en el
solsticio de verano. Hasta entonces camina. Tiene que pasar por ese punto intermedio
que se llama equinoccio de primavera.
Preludio de flores nuevas: rosas,
claveles y clavellinas y jazmines que apuntan ya mismo para ser biznagas - “más
que una flor y menos que una estrella” – para que, las madres, como le pasaba a
la mía, huelan a jazmines y los jazmines, a madre….
Geranios reventones, gitanillas,
tulipanes, gladiolos y margaritas en los bordes de los caminos; trigos pespunteados
de amapolas entre las espigas. Ruiseñores perdidos en las alamedas del río; zureo
de palomas. Se visten los chopos de hojas nuevas. La huerta se ha echado el
perfume de los días de fiesta, o sea se ha vestido de azahar. Es el preludio de
la primavera…
martes, 16 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Talla
Año convulso. El mundo sumido en
una pandemia y no sabe por qué calle echarse. En todas hay barro, muchos
charcos y poco sol que seque, evapore y disipe la suciedad que nos tiene
acongojados.
Todo surgió como esas cosas que vienen
sin saber ni el cómo, ni el cuándo. De la noche a la mañana, hablaban de un
virus; luego, de una gripe; después, que si la cosa es más seria de lo que
parece, que todo se colapsa y que la gente se muere.
El mundo ha sufrido pandemias (en
otros tiempos se llamaban de otra manera y se entendían como castigos divinos).
La peste negra, la peste bubónica, paludismo, fiebre amarilla… Como las plagas
bíblicas de Egipto, llegaban periódicamente o como las golondrinas, pero con
bastante mala leche.
Las gentes se encerraban en las
iglesias, recintos herméticos donde los contagios eran tan fáciles como que la
miel atrape a las moscas. Todo se quería arreglar con rezos y cal. Santos a la
calle en medio de rogativas y la fe pedía que el milagro terminase con el entuerto.
Buscaron otro remedio: la cal. Se blanquearon las paredes de los templos porque
creían, en su desinformación, que la cal mataba al bicho. De desinfección e
higiene, no hablaban.
Ante el problema que se nos ha
presentado, los únicos que realmente han dado la talla han sido los
científicos. A nivel mundial han trabajado a destajo y han aportado la posible
solución que hasta ahora se conoce, la vacuna. Ojo, hablo de los hombres de la
Ciencia, generalmente mal pagados y casi siempre desconocidos, y no de la
industria que ha ido a enriquecerse con la miseria y la desesperación de los
demás.
En su egoísmo, se han olvidado de
los pobres del Tercer Mundo y en su afán de que todo es poco en su ambición de
dinero, han llegado a ofertar producciones en cantidades que no han podido
cumplir. Hay una cosa que no dominan, el tiempo.
Hay otros colectivos que también
han dado la talla: sanitarios (médicos, enfermeros, asistentes a personas
necesitadas, farmacéuticos, veterinarios…) casi siempre cuestionados; docentes,
de un voluntarismo fuera de lo común; personas de oficios a los que no se les
presta atención: limpiadoras, barrenderos, cajeras y reponedores de
supermercados, camioneros, agricultores. Ganaderos, gente de la mar… ¿Seguimos?
Sabemos también, quienes no han dado la talla, pero a esos que Dios los ampare.
lunes, 15 de marzo de 2021
Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las frutas tropicales llaman a la mesa
La evolución de las
comunicaciones ha sido algo asombroso. Las lejanías se han acortado. No en el
espacio, que la distancia es la misma, sino en el tiempo. La aviación acerca
cualquier producto a los puntos más lejanos sin que signifique un deterioro
importante para la calidad de la fruta.
Las flotas marinas también se han
acomodado a lo que demandan los mercados. Contenedores frigoríficos cruzan los
mares. Luego, esos mismos contenedores, por ferrocarril o
por carretera pueden ir a los mercados centrales de las ciudades más perdidas.
Es un espectáculo ver cómo los trenes bajan, desde el puerto de Roterdam por el
corredor del Rin…
Frutas producidas en el Cono Sur
llegan a los puertos holandeses casi a los dos días de su recolección en
Tucumán, Salta, Jujuy, Corrientes, Catamarca, Misiones…, en Argentina; los
Valles de Copiapo y Hasco en Chile; de Sudáfrica, de India…
La fruta es el complemento de la
comida. Los postres siempre han sido atendidos por la repostería o por la
fruta. Según qué época del año podrían venir en invierno, naranjas y
clementinas principalmente; la fruta de primavera de hueso (ciruelas, guindas,
cerezas…); la de verano: brevas, sandías, melón, higos y uvas; la de otoño
donde volvía el ciclo de los cítricos tempranos y la granada como única fruta
coronada… En todos tiempos, el plátano.
Desde hace unos años – no muchos
porque cuesta implantar las innovaciones sobre todo cuando vienen a romper
moldes tradicionales - las frutas tropicales han irrumpido en la gastronomía,
unas veces como componentes en recetas únicas e innovadoras en platos muy
sofisticados, y otras como sustitutas de las frutas tradicionales en los
postres.
La nómina de frutas es muy extensa.
Vienen de los sitios más insospechados y en un tiempo que, por estacionalidad,
no corresponde (cerezas y melones en Navidad, por ejemplo), principalmente
América del Sur o del Centro, India y algunos países mediterráneos. En la Costa
del Sol oriental, desde el Rincón de la Victoria hasta la Costa Subtropical de
Granada es ya normal el cultivo del Aguacate, mango, azufaifo, carambola,
carissa, chirimoya, guayaba, litchi, nueces de macadamia, papaya, hitahaya, pasiflora,
pitanga, zapote…
La agricultura de primor se
impone. Es la reina del campo, la estrella en el mercado, la novedad en la mesa
para complacencia y valoración de los paladares más exigentes…