Telegrama urgente. Procedencia: Punta
de Tarifa. Texto: miles de golondrinas esperan corrientes térmicas favorables
paso estrecho. Punto. Otras aves aguardan su momento. Punto. El viento de
levante propiciará paso a África. Punto
El telegrama ha corrido por los
vientos del sur de la Península. Miles de aves grandes, pequeñas y medianas:
águilas, milanos, halcones, cigüeñas negras y blancas, aunque según qué años,
algunas optan por quedarse por aquí, porque los inviernos ya no son tan fríos y gélidos. Vencejos,
abejarucos, golondrinas, tórtolas…
Son también mensajeras de lo que
está por venir. No lo saben, pero nos hablan de cambios climáticos, como el
refranero que antiguamente anunciaba que “por San Blas la cigüeña veras, y si no
la vieres, año de nieves”.
Algunas aves pequeñas, sobre todo
insectívoras, habrán sido presa de pesticidas y plaguicidas y no acudirán al
paso. Ese es otro cantar. Otras, abatidas por cazadores de escopetas o por
cazadores anclados en las torretas: los tendidos eléctricos electrocutan, cada
año, a cientos de aves que chocan con los cables. Tampoco acudirán a la cita.
Su reloj biológico se ha puesto
en marcha: cambios en las horas de luz y en las temperaturas, empujan al viaje,
sus manillas funcionan de manera imparable.
Estas aves realizan dos vuelos:
en primavera vienen a Europa para anidar; a finales de verano y cuando comienza
el otoño el de regreso hacia el continente africano. Los casi 15 kilómetros que
separan los dos continentes, punto óptimo para el tránsito.
Hay otros dos estrechos que
también utilizan las aves para sus movimientos migratorios: el Bósforo, en Asia
Menor, y el de Mesina al sur de Italia. Tarifa, en España, el punto de
referencia que tenemos más cercano.
Las corrientes térmicas –
autopistas camufladas en los cielos – son usadas por las aves. Menos esfuerzo
para volar y mejor desplazamiento hacia los puntos más lejanos sin gasto físico.
Algunos pájaros, a pesar de su tamaño tan pequeño, muestran una resistencia
titánica.
Al otro lado del Estrecho de
Gibraltar, la enorme cordillera del Atlas será el primer gran obstáculo que
tienen que salvar. Luego, dicen los conocedores de estos temas, la orografía
les es más favorable y el descenso de elevaciones les permite cruzar, incluso,
todo el desierto del Sáhara y, al final del trayecto, les espera el Sahel…
No hay comentarios:
Publicar un comentario