Vuelvo a Granada. Hacía tiempo
que no iba por Granada. El verano ha pasado como pasan algunas cosas, con
demasiada prisa. Vuelvo a Granada. No lo hago como en la canción de Miguel
Ríos. No. Vuelvo de otra manera. A mi aire.
Aparco donde siempre. Subo por
la calle Sócrates. Me percato que han cerrado la tienda donde yo compraba
siempre, esquina San Marcelino Champagnat, el pan de Alfacar. Desde que
abrieron el centro comercial Neptuno todo el centro de Granada tiene clavado,
en lo más alto, un rejón de muerte…
Doblo por el Carril del Picón;
luego, un poco más adelante, por calle Tablas. Trasiego, animación. Me llama
una amiga. Le gasto una broma. Le pregunto a qué le suena el nombre de la calle.
Me da explicaciones. Cuando se da cuenta… suelta una carcajada. En la esquina
de Calle Angulo me acuerdo de Federico. Siempre me acuerdo de él…
Acuden los pájaros a pasar la
noche en los plátanos de la Plaza de la Trinidad. Después me las ando por Mesones; por Marqués de Gerona, a la Bib-Rambla.
Recuerdo que en los puestos de flores – ya no están; mi madre, tampoco - le
compraba flores a mi madre…
En la librería Dauro me compro
unos libros. Por Zacatín, a la Gran Vía. Saco unas fotos. Isabel recibe a Colón.
La historia se echa a la calle en Granada.
La Plaza Nueva está llena de
gente. Santa Ana, preciosa. Una amiga, - otra – me dice que allí se casaron
Estrella y el torero. Se asoma la gente a la balconada de la Torre de la Vela.
“Quiero vivir en Granada, solamente por oír / la campana de la Vela… “ Eso lo
dice la copla. Yo quiero vivir por otras cosas, por otras muchas cosas…
¿Tú - porque te lo he dicho muchas veces
- lo sabes, verdad?
Orillo el Darro. “Granada, agua
oculta que llora”. Granada – Lisboa, también – tiene un ¡ay! de tristeza, de
nostalgia y misterio por el aire. Miro, contemplo, me quedo absorto. Dejo que
me lleven los sueños. El bosque todavía está frondoso. Granada bebe los últimos
sorbos del verano…
De regreso, en la Plaza Nueva,
me encuentro con una chica preciosa. Es tan bonita, como las rosas que se abren
junto a los surtidores de la Alhambra. Mañana empieza el curso. Su padre es
amigo mío. Se llama María…
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