Don Cristóbal llegó a la
alcaldía en los años más duros de postguerra. Era un hombre hacendado, de buen
corazón y carente de las más mínimas aspiraciones políticas. Designación a dedo.
Norma de la época.
De don Cristóbal no se
recuerdan grandes obras públicas ni aportaciones a la transformación de un
pueblo donde había demasiado gente superando un tiempo que no debía haber venido nunca pero que había
dejado huella.
Don Cristóbal pasa a la historia
local por sus dichos, sus buenos golpes, sus salidas llenas de sentido común,
su sentido del humor para resolver los problemas que aparecían en quehacer
diario de la vida.
Don Cristóbal “despachaba” los
asuntos municipales en una oficina callejera,
sentado en un velador de mármol blanco, en la puerta de la taberna del
‘Rerre’, compartiendo con otros amigos la charla mañanera.
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Don Cristóbal, le comunican una mañana –
fulanito y fulanito, se han c… en el arca del agua.
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Y ¿qué – contesta con estoicismo – es una
‘catalina’ para todo el pueblo?
Ejercía
la autoridad a ‘su’ manera. Primer día de feria…
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Don Cristóbal, le dicen, tal y tal, apostados en
el Tajo de la Quera, extorsionan a los ‘lagareños’
y le cobran un real para poder entrar en el pueblo…
-
‘Anda, diles que se conformen con lo recaudado,
o les mando a los municipales para que se lo gasten en la garipola durante los días de feria.
Vísperas de la romería de la Virgen
de Flores. Acude a una reunión al Gobierno
Civil. Le encargan puntillas y clavos para la carreta. En la reunión los alcaldes
exponen una retahíla de peticiones… Negación de la autoridad a todas.
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A ver, peticiones de Álora. (Don Cristóbal mete
la mano en el bolsillo. Saca un papel
arrugado)
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Dos duros de puntillas y clavos…
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¡Concedido!
No necesitaba ni el cargo ni
las prebendas que podían venir. Decide ir a dar un ‘volteo’ por Madrid que estaba
tan lejos como ahora pero a dónde era casi una odisea llegar. Alega: voy a
‘hacer unas gestiones en los ministerios’. Una semana ausente. A la vuelta…
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Don Cristóbal, ¿qué tal las gestiones?
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Buenas impresiones, buenas impresiones…
Cristóbal Morales Castillo fue
alcalde de Álora del 24 de febrero de 1944 al 18 de junio de 1947. Fue
sustituido por José González Guerrero de quien otro día…
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