No dicen los rondeños si
quieren la unión con la autovía que une Sevilla, Jerez, Cádiz. Si por la que va
desde Algeciras, San Roque y Los Barrios, o la que desde Málaga, en Antequera
se abre para Granada, Córdoba, o Sevilla. Muchos caminos y ellos sin ninguno.
Ronda siempre ha sido ‘pro’
sevillana; Antequera ‘pro’ Granada, y el resto nos hemos quedado – salvando ese
aluvión que desde hace cincuenta años se llama Costa del Sol – en ‘gente de Málaga’ y miren por dónde
hasta nos encontramos a gusto con ese calificativo.
El presidente del Gobierno
andaba también por Ronda. Dice el periódico que les dedicó unos minutos. El
presidente es especialista en decir que sí, y que no, y las dos cosas a la vez,
y ninguna de las dos… Como gallego un ejemplar para estudiar detenidamente.
Me imagino que don Mariano no
habría ido a Ronda a seguir la huellas
de Rilke, ni las de Pedro Romero, el ‘torero insingne’, ni de ninguno de los bandoleros ilustres –
para bandoleros él tiene magníficos ejemplares en sus cercanías – de aquellos
que en otro tiempo recorrieron la tierra caliza de quebradas y gargantas, de
simas y recovecos inescrutables.
Ronda es la capital de la
Serranía. Ronda, además, es muchas más cosas. Por historia, por arte, por
economía, por gente… A Ronda se iba a comprar una caja de cerillas, a buscar la
ropa para el ajuar, al médico, a incorporarse a la mili en la Caja de Reclutas
o a arreglar papeles. Todo eso ha cambiado.
Ahora en Ronda lo que quieren
es una autovía. Dicen que las comunicaciones son malas. Si se pretende la unión
con San Pedro, entonces, además de mala la comunicación es una aventura en la
que puede pasar de todo. Hombre don Mariano y doña Susana – decir que ‘entre
pillos anda el juego’ con una señora de
por medio no está bonito, ¿verdad?, pues no lo digo – una autovía para
los rondeños, que la necesitan. De verdad que sí...
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