Nació en Málaga casi por accidente. Sus padres cómicos originarios de
Oliete (Teruel). Casualmente estaban en Málaga donde nació el 28 de abril de
1770. Pasó muchos años de su vida en la “Ciudad del Paraíso”.
Desarrolló una corta pero
brillante carrera en el teatro. A los 19 años, en 1790 entra a formar parte de
la Compañía de los Reales Sitios. La escucha Floridablanca. Es su protector.
Dos años después entra como segunda dama en el Corral del Príncipe, en la compañía de Manuel Martínez.
El tira y afloja de ambas se
salda con la salida de Rita hacia el Coliseo de la Cruz. Allí representa “El
desdén con el desdén” de Agustín Moreto. El éxito es total. Goya la pinta
vestida de blanco. El cuadro lleva una enigmática inscripción: “Los perros
ladran a la luna porque no la pueden morder”. La actriz aparece altiva…
Con 36 años abandona la
escena. Lo hace de manera abrupta. Se rumorea que todo viene por desencuentros
amorosos con Leandro Fernández de Moratín. Se retira al Real Sito de El Pardo.
Goya la vuelve retratar. Lo hace de medio cuerpo; su mirada llena de
melancolía.
Durante la Guerra de la
Independencia regresa a Málaga; vive en Carratraca. Luego, regresa a El Pardo.
Se retira totalmente de la escena. Se dedica a obras de caridad y misericordia.
Manda quemar, incluido el cuadro de Goya, todos sus recuerdos… Es la única
mujer que aparece en un medallón en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de
Málaga. Murió, de pulmonía, en febrero de 1832
No hay comentarios:
Publicar un comentario