Mira ‘el mar
de olivos’. Ondulan colinas y collados suaves. Olas que van y vienen. No son
ajenas las nieblas ni brumas de amanecer. Se desvanecen - las brumas - conforme
se acerca la media mañana. Estás frente a las últimas estribaciones de Sierra
Mágina. O sea, entre Úbeda y Baeza.
Mira
cómo se putean los pueblos blancos en medio de los olivares y cómo se recortan, entre las lomas dos
pueblos soberbios, renacimiento puro, belleza a puñado. Te la encuentras por la
calle como a las niñas guapas en todos tiempos.
Si
viniste como yo desde Granada por la autovía… La carretera salva los puertos
del Zegrí y el Carretero. Antes, era más pintoresco; ahora, con la modernidad
se pierden cosas, pues eso… más rápido y también más seguro.
En
la lejanía, entre ocres y grises la mole imponente Sierra Mágina y Aznaitín y
Cazorla. Las sierras que cantó don Antonio Machado cuando anduvo por estas
tierras. ¡Qué pena algunos ni se enteraron; ellos, solitos se lo perdieron!
En
Baeza la hija del “Maestro Sifón – Diego Lozano q.e.p.d.- reivindica la memoria
de su padre en la espléndida obra de miniatura en piedra que nos dejó. En
Úbeda, Paco Tito, piede, más reconocimiento aún para su arte alfarero; frente a
la fachada del Salvador, por la plaza Vázquez de Molina, pasea el cardenal
Amigo. Se va la tarde…
Por
si faltaba algo, ahí están las pinceladas de don Antonio cuando vino a decir
aquello de la lechuza que bebía, de noche, del velón de aceite de Santa María junto a
la verja del coro de la catedral.
El
paisaje no cambia. Filas alineadas de olivos orillan el camino; repeinan el campo. Es un tablero de
cuadrículas simétricas: No pierden el marco ni la compostura. Se conservan, se
miman, se exhiben y se versifican en estrofas para diosas iberas, romanas...
Un
día un poeta de la copla - Juanito Valderrama - rezó de otra manera y
compuso un rosario, pero no con cuentas de huesos de aceituna, - que de la
abundancia, ya sabes... – Cambió de material, y lanzó a los aires aquello de: “Tengo
que hacer un rosario / con tus dientes de marfil...” ¿Cómo le ponemos a esta tierra?