El maletilla sueña en
la noche oscura bajo una luna entre nubes que el toro negro separado de la
manada será solo el presagio de lo que vendrá. El maletilla sueña con la Puerta
Grande. Un día se abrirá para él la Puerta
del Príncipe en la Maestranza o la Grande de la Ventas, la que mira a la calle
de Alcalá…
Media España aplaude con las orejas un dudoso éxito
gubernamental; la otra media chirría. Se ha quedado sin mártir. Ya salvo el
perro y mucho chau, chau se limita mucho el bagaje de posibles arrojos. Yo
aplaudo y le doy Puerta Granda a la Sanidad Pública.
No sé quién es el espada líder en esa cuadrilla vencedora del
ébola en el hospital madrileño. No importa. Son componentes de los miles de
profesionales que atienden a las Sanidad Pública española. No conocemos sus
nombres. Salvan vidas a montones todos los días. No salen en los periódicos. No
importa. Puerta Grande para todos.
Cuentan la anécdota. No sé
cierta o apócrifa. Consejo de Ministros, Girón expone a Franco el
proyecto que tiene en mente de Seguridad Social. El mandamás escucha en silencio; los demás siguen la exposición.
En un momento toma la palabra: “Girón lo que usted quiere es colocarme en
nómina a todos los médicos de España”. “Sí, Excelencia”, contestó el Ministro.
Puerta Grande a aquella decisión.
España tiene que abrir, también, la Puerta Grande a los
miles de maestros que atienden a la denostada Escuela Pública. A muchos nos
enseñaron a “llevar palabras de la mano”; hoy, otros hacen lo mismo. Se les
llama de otra manera. Puerta Grande.
Puerta Grande a miles de funcionarios sin nombre.
Acuden a su trabajo. Funciona el país.
Circulan los trenes, vuelan los aviones, no encallan los barcos, velan bajo un
uniforme, se resuelven los problemas...
Puerta Grande a los
políticos honrados, oscurecidos por la pléyade de mangantes de aperturas en los
telediarios… Puerta Grande para toda esa gente que está en la Función Pública,
incluidos, claro, toda la cuadrilla del Carlos III…
Muy bien dicho Pepe.
ResponderEliminar