24 de marzo, Domingo de Ramos. Recorriendo
el Domingo de Ramos, Betania en Álora está en la Plaza Baja (que desde hace
unos años se llama de la ‘Despedía’). El gentío bíblico la en chiquillería que
calle Atrás adelante blande palmas y ramos con la brisa fresca de la mañana.
Las palmas vienen de Elche; los
ramos benditos de olivos cercanos. Son símbolos y recuerdo de aquella entrada
de Jesús en Jerusalén… Hace más, muchos más de dos mil años, que Jesús entraba
en la capital de Judea, la tierra que ocupó la tribu de Judá cuando llegaron a
la tierra de promisión. Aquella que manaba leche y miel. (Ahora da otras cosas.
Odio y una cosa muy fea con un nombre horroroso, la llaman guerra). Jesús entró
allí cinco días antes de su muerte.
Es una mañana con aire denso de triunfo, de gloria al Hijo de David: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Palmas, vítores… El Señor sobre una borriquilla. Jesús en Álora entra, también, en la Fuentarriba sobra una borrilla tallada en madera.
Cuando éramos niños estrenábamos calcetines blancos por aquello de refrán y el Domingo de Ramos. Después salimos a los caminos del mundo y como cantó el poeta, aquellas niñas por mayo se hicieron mujeres y otras Semanas Santas desgastaron tacones Cancula arriba, Callejón abajo. Ahora las niñas de entonces se procesionan junto a sus hijos haciendo el recorrido de la Pollinica. La Pollinica es la cantera de nazarenos de toda la Semana Santa.
La tarde del Domingo de Ramos
se llena con dos procesiones. Jesús atado a la columna hace su salida
procesional desde el templo de la Encarnación. Ha resurgido con una fuerza
inusitada entre la gente joven esta cofradía. La imagen es obra de Nicolás
Prados…
Jesús Orando en el Huerto, baja del Calvario, del nuestro. El grupo escultórico – uno de los de mayor calidad de los que se procesionan en Álora, de Luis Álvarez Duarte. Dicen los expertos en arte que la cara del Ángel es una de las grandes creaciones del desaparecido imaginero sevillano. El Huerto - Jesús Orando en el Huerto – nació como cofradía gremial en los años cincuenta del siglo pasado. Recibe veneración y culto en la ermita del Calvario desde donde por cierto se contemplan una de las panorámicas más sugerentes de Álora.
Jesús rodilla entierra recoge
el momento en que se dirige al Padre. “Si es posible pasa de mi este cáliz”:
Dicen que puede llover… “No se haga mi voluntad sino la tuya”.
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