Foto. José Sánchez Moreno
16 de marzo, sábado. Corren
tiempos de Pasión. Ha entrado la luz en la penumbra de los templos; se
desempolvan enseres. Todo se pone a punto. Dentro de unos días la gran fiesta
del Año, la Resurrección (sin la Resurrección de Cristo, dijo san Pablo, “vana
es nuestra fe”) es la gran, la enorme fiesta del cristianismo.
Ya no están las túnicas en el
fondo de los armarios. Las cofradías han presentado sus carteles anunciadores y
han hecho públicas sus revistas, sus pregones… Pero hay un pregón sobre todos -
sin desmerecer, obviamente a ninguno – es el Pregón Oficial de la Semana Santa,
esa que mi añorado y querido José María Martín Urbano, decía que era
maravillosamente igual cada año.
La noche del pasado viernes,
Jesús Mora Calle, pregonó a la simpar y única Semana Santa de Álora. El
pregonero estuvo a la altura de lo que anunciaba. Todo fue espectacular, soberbio
y al mismo tiempo, diferente.
La escenificación, de principio
a fin, puso en evidencia que el pregonero además de una gran riqueza literaria
– su trayectoria de docente y de profesor de Lengua eran evidentes – con
numerosas citas de los más excelso de la poesía castellana a la que unió su
creación propia. Todo eso con apoyos de imágenes, y cuando no unas notas
musicales, que realzaban la calidad humana y religiosa del pregonero.
Jesús cantó a la Semana Santa
de Álora y cantó a Álora, a sus gentes, a su manera de vivir la fe – eso que
decía Lorenzo Orellana que era dar un salto al vacío – él, el pregonero lo sacó a pie de calle. “No se – dijo- si
Jesús de las Torres cuando llegó al pie de mi ventana giró la cabeza, o no; sí
sé que se encontraron su mirada y la mía”.
Recorrió palmo a palmo
rincones, calles, esquinas, momentos entrañables donde quien acude a
reencotrarse con su Cristo o con su Virgen - ¡Cómo cantó a su Soledad, la
Soledad de Cuacos de Yuste, su pueblo, y a la Soledad de Álora! a la que
en Álora advocamos, también, con otros muchos más nombres.
Tuvo el pregonero el detalle de
comenzar su disertación – fue presentado por el del año anterior, su alumno
Antonio Javier Trujillo, y uno no sabía quien era el alumno y quien el maestro
- con tres interpretaciones de la Banda de Música Municipal de Álora, bajo la
dirección de Ana Blanco - con las marchas “Jerusalén”, “Dolores”
y el “Bolero paracaidista”. La primera en honor de la Cofradía,
“Pollinica” que organizada el acto; las otras dos, cofradías emblemáticas de
Alora.
Flotan en el aire aromas de
Semana Santa. Está dicho el pregón. En los fogones preludios de torrijas y bacalao; en
la Fuentarriba encuentro – once – de bandas en un concierto continuado. Dios a
pie de calle…
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