Hay días con connotaciones
especiales. Hoy, uno de ellos. No ha sido un sábado cualquiera, no. Desde este
amanecer soleado, impropio de las fechas de vísperas de San Andrés, muchas
sorpresas. No es una exageración, todas agradables.
Me levanto con algo de sueño.
Anoche presentación de la restauración de las Actas Capitulares de 1584…
Tertulia con Juan Eugenio ; Marion Reder y Pedro; después, con Lucas González y
Epi y las parientas. Trasnocho. No se pueden tomar los dos frescos. Me levanto
un poco tarde, pasadas las 8,30…
La editorial de Iluro,
soberbia; Lorenzo Orellana habla en su artículo de Cristo Rey – eso ahora no
está de moda - ¡qué suerte tiene uno de encontrarse con amigos que escriben sobre
cosas que no están de moda!.
Tengo cita con mi editor. David
Carmona me marca líneas que debemos seguir. Casi está a puerta de horno, o sea
de máquina de imprenta La leyenda de Alí ben al- Malikí. Concertamos
citas y tareas. (Por cierto, me faltan algunas plumillas de Leonardo y Paco
Valverde… A ver si espabilamos, colegas).
Me encuentro con Jorge Guidú. Reanudo
tertulia con Miguel Leandro. Descubro, de su mano, la marisquería Los
Cuadros. (No la conocía hasta hoy) Merece la pena. Calidad, precio,
servicio, atenciones y reencuentros. Tranquilos, no llevo comisión. Como es
norma en nuestra tertulia, ‘a escote’. Todos heridos y ninguno muerto.
En la mesa de al lado, Paco
Navarro y Mari Pepa, ¡qué pareja, Dios! (Soy un tipo de suerte, me acogen como
amigo). Llegan Tomas Salas y Pepi. La cosa se pone increíblemente buena. Al
salir, en el mostrador Periquillo Bernabé y José María Cuñado. Lloramos de
mentirilla por el Málaga. Mas adelante Flor Navarro y David Morales y Miguel
Ángel Garrido y Juan Cano y… (Esta gente me siguen llamando don José, y me han
mentido porque me han dicho que estoy ‘igual’, y…)
En la esquina de la calle
Carmona me encuentro con Juan Muñoz; más adelante con María Dolores Díaz. Me
presenta a su marido y a su hija… En la Exposición de Canaricultura Fernando
Márquez me habla del nacimiento del Club de Atletismo Guadalhorce y de los
tiempos en que ellos eran niños y uno, joven…
Me dirán que a qué vienen
tantas coincidencias. Yo también me lo he preguntado. Me vienen dos ideas. Una,
alguien mueve los hilos sin que uno haga nada; lo segundo, lo decía la madre de
una amiga mía: “aún hay sol en el peral”. Amén.
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