1 de noviembre, miércoles. Su nombre de pila, Isabel. Nació en
Alemania, ¿1198? y murió en Toro, 1235. Tras
la muerte de Enrique I y asentado en el trono, Fernando III se buscó para su
matrimonio una princesa. Se eligió una alemana, hija de Felipe de Suabia y
nieta de Federico I Barbarroja, con raíces en el Sacro Imperio Germánico y en
el Imperio bizantino.
Se envió a mediados de 1219 una embajada
solemne presidida por el obispo de Burgos, Mauricio, e integrada por los abades
de San Pedro de Arlanza, y Santa María de Rioseco, por el camerario de San
Zoilo de Carrión, por el maestre de la Orden de Santiago y por el prior de la
Orden de San Juan en España, cuya misión era negociar los detalles del acuerdo
matrimonial.
De regreso a España pasaron por Francia
donde saludaron a la reina Blanca hermana de la reina. Cuando llegaron al reino
de Castilla, la reina Berenguela salió hasta Vitoria para encontrarse con la
comitiva. El rey esperaba en Burgos con los magnates, obispos y procuradores de
las ciudades del reino que acogieron a la novia con gran júbilo.
Beatriz de Suabia tenía veintiún años.
Causó una impresión como el de una doncella “nobilísima, muy sabia, pudorosa,
de honestas costumbres, prudente y dulcísima”. Los desponsales se celebraron el
30 de noviembre, festividad de San Andrés, en la catedral de Burgos.
Del matrimonio nacieron diez hijos. Tres
hembras: Berenguela, María y Leonor; siete varones: Alfonso que reinó como
Alfonso X, el Sabio, Fadrique, Fernando, Enrique, Felipe, Sancho y
Manuel. Todos tuvieron papeles relevantes en la historia de su tiempo.
Reina consorte del reino de
Castilla-León, durante quince años, entre 1220 y 1235, por su casamiento con
Fernando III, hoy venerado como ‘santo” que conquistó Sevilla para el reino
castellano-leonés.
A su muerte recibió sepultura en el
monasterio de Santa María la Real de las Huelgas en Burgos. Su hijo, Alfonso X “el
Sabio” ordenó el traslado de sus restos hasta la Capilla Real de la
Catedral de Sevilla donde ya reposaban los de su marido, Fernando III. Se
presenta oferente, en piedra y alabastro, en uno de los laterales en la nave de
la Epístola. Murió probablemente con 37 años sin que se conozcan las causas de
su muerte.
Bibliografía:
ARCO Y GARAY, Ricardo del (1954) Sepulcros de la Casa Real de Castilla.
Madrid. Instituto Jerónimo Zurita. CSIC.
GÓMEZ MORENO, Manuel (1946). El Panteón de las Huelgas Reales de Burgos.
Instituto Diego Velázquez. CSIC
GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel (2004) Alfonso X el Sabio. Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario