Tren AVE sobre el viaducto del arroyo Jévar (Álora)
16
de marzo, miércoles. Dos años y un poquito más, solo un poquito
porque no ha llegado al mes… Hago mío el título de la canción de José Luis
Figuereo Franco, El Barrio y digo que
‘he vuelto’. He vuelto a Madrid bajo un cielo plomizo con calima en suspensión.
Aire del desierto, o sea que no llueve y destila barro…
En la estación de María Zambrano,
a primeras horas de la mañana, había poca gente. Dos grupos del Imserso en el
vestíbulo… Dos guías los acercaron a la puerta de embarque. Maletas, nervios.
La guía local los entregó a la de acompañamiento…
Subo al tren. Me ha tocado
mesa; asiento junto al pasillo. Hay personas a las que les cuesta encontrar su
ubicación. Lo hacen. Hablan a gritos. Están alegres, ¡el viaje les ha roto la
monotonía!
Arranca el tren. Salimos a
campo abierto. Cielo plomizo, color indefinido. Está feo, muy feo, por los
cristales de la ventanilla bajan gotas de lluvia. Abro un libro. Intento leer.
Lo dejo, miro el paisaje que no por conocido me es indiferente. Es media mañana.
El tren raudo va camino de Madrid. ‘Rompeolas de las Españas”, decía, don
Antonio…
Ocho túneles perforan la
Penibética. Cuando el tren entra en la oquedad, cambia el ruido. Ahora es
sordo, constante, continuo. La oscuridad exterior se ve rota por las luces de
sus paredes…
Los pueblos lejanos emergen de
la niebla. El alma de estos pueblos es un alma de claridad. No es su sitio
natural estar bajo la bruma. La condensación sale a modo de humo por las
chimeneas de las almazaras. Es un humo blanco, como cuando anuncian eso de “Habemus Papa…”. No es igual, pero se le
parece.
En los taludes que orillan la
vía, -olivos y más olivos - entre
tomillos, pequeñas bocas de madrigueras y caminos que las entrelazan. Lo hacen
los conejos. Dicen que son una amenaza para los cultivos cercanos. No tienen
depredadores. Los combaten con hurones.
Por Córdoba una cigüeña blanca
sobrevuela el tren. Cambia el paisaje cuando se cruza Sierra Morena. Ya hay
jara en flor. Está la dehesa entre verde y sedienta. La niebla no deja ver qué
hay en la lejanía… Pasta el ganado en el Valle de Alcudia y pasado Ciudad Real,
el campo es un cuadro de Benjamín Palencia, ocre y verde…
Madrid espera, Madrid bajo un
cielo gris y sucio. ¡He vuelto!
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