En cada pueblo hay una manera
de hablar, de expresar sentimientos, de reacciones ante situaciones. Muchas son
comunes a otros pueblos, otras en cambio, propias y difícilmente extrapolables
e incluso entendibles en otros que no sean los propios.
Aguanta más que el buzo de
Marbella.
Bebe más que ‘la Isla’.
Da más camino que un perro sin
amo.
Debe hasta agua en Loja…
Es más duro que las ‘arvejas’ del Valle.
Es más fuerte (ácido) que las
naranjas de Flores.
Es más pesado que el arroz con
leche.
Está más pasado que un
villancico en la cuesta de enero,
Está tan flaca como las vacas
de ‘moñigo’ que solo tienen pestañas…
Extraña menos que un gato en
una matanza.
Hace tanta falta como los
perros en misa.
Ha pasado más que al que se le
perdieron los guarros.
Liga menos que los gases
nobles.
Madruga más que las frailecillas (aves que nadie ve)
Más años que el palmar de la
Fiscala.
Más arrecío (frío) que lavando
nabos.
Más caliente que los baños de
Alhama.
Más calor que segando en mitad
de un maíz.
Más ‘cumplío’ que Juanico Planas.
Más dañino que una piara de
guarros en un jabá…
Más dura que el empalme de un
catre.
Más endeble que un muelle de
guita.
Más feo que el sargento de
Utrera, que le dieron el ‘santolio’
con una caña.
Más feo que Picio.
Más flojo que el que se puso a
guardar caracoles y se le escaparon.
Más flojo (perezoso) que la
tranca de una posada.
Más fría que el agua de pozo.
Más hambre que los pavos de
doña Julia que levantaban los raíles del tren para comerse las cochinitas.
Más hambre que un caracol en un
espejo.
Más hambre que un lagarto
amarrado a una pita.
Más hambre que los perros del ‘Remamao’ que se pegaban a las ‘paeres’ para ladrar.
Más largo que un día sin pan.
Más lento que el caballo de los
malos, que siempre vienen los buenos y lo alcanzan.
Más perdío que los años buenos (o que el barco del arroz)
Más raro que un piojo bizco ( o
un perro verde)
Más tonto que el que llevó la
burra al agua y se la trajo sin beber porque el pilar se derramaba.
Patina más que el refuerzo de
la doble en la Cuesta del Cajero.
Menos carne que un silbido…
Se regasta menos que las
sábanas de abajo, (o que los raíles del tren).
Tiene más trampas que un
pajarero.
Tiene más tragaderas que el
túnel de la Canasta.
Tiene menos vergüenza que el
perro de un ciego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario