Cordillera del Hindu Kush en otoño
Unas llanuras áridas y enormes,
una cordillera casi infranqueable, unos ríos de deshielo…. Un paisaje
convertido, por mor del fanatismo, en infierno. En el pueblo de cumbres blancas
– el Hindu Kush tiene nieves casi perpetuas - viven algunos hombres de alma negra (si es que,
por su comportamiento, al alma de algunos hombres se le puede poner color).
Afganistán – tierra de afganos
- tan lejos en la geografía y tan cerca, en el salón de casa, en telediarios
está Asia Central. Limita con Pakistán, Iran, Turkmenistan, Uzbekistán,
Tayikistán y China. El sufijo ‘tan’ significa ‘tierra de…’ O sea, un
conglomerado de pueblos y, además, mal avenidos...
Casi cinco mil kilómetros de
fronteras sin salida al mar. El Hindu Kush, es un macizo, continuación de las
cordilleras del Himalaya, Karakorum y Pamir. Lo aíslan por el Este. Sus cumbres rondan
los casi de dos mil metros y entre ellas valles de aguas endorreicas consecuencias
de los deshielos. Temperatura extremadamente frías. En las llanuras del norte
cultivan cereales, hortalizas, frutales, y adormideras de donde se extrae opio
y heroína. (Van a la cabeza del mundo)
Antiquísimo en el tiempo.
Indómitos. Hicieron fracasar cualquier intento de implantar otra cultura o
civilización que llegase de fuera. Parece que los ‘supermanes’ yanquis no se
han enterado, todavía, de eso. Desde Alejandro Magno, que sí consiguió algo,
pero fue poco estable y efímero en el
tiempo. Se casó, incluso, con una princesa nativa, Roxana, para lograr
introducirse en la sociedad de aquel tiempo. Después, ingleses, rusos y
norteamericanos han fracasado, estrepitosamente.
No es cuestión de cargar sobre
lo negativo que estos días nos transmiten los medios. Da terror y pánico lo que
están implantando los talibanes y sus contrarios (en la máxima expresión del
terrorismo) y la situación social. No existen ningún tipo de derecho, la
violación no está penada por la ley y la mujer es menos que un objeto. Además,
es uno de los países más pobres de la Tierra.
Por su suelo pasó la ruta de la
seda cuando de China venían caravanas o iban otras con mercancías en una ruta
comercial sin precedentes en el tiempo y en el espacio que contó Marco Polo en
el primer gran libro de viajes… De nada sirvió aquella posible apertura. Hoy
sumido en un caos, es angustia de la Civilización Occidental que piensa; a la
otra, le da lo mismo.
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