Calatañazor
(Soria)
Las imágenes llegadas desde Afganistán, son de
las que hielan el alma. Tanta barbarie injustificable no tiene cabida si no es
la mente de un loco y que, además, esté llevado por el fanatismo. Es
inconcebible tanta maldad, tanto horror, tanta tiranía…
En la escuela de los años
cincuenta – “españolito que vienes / al
mundo te guarde Dios / una de las dos Españas / ha de helarte el corazón” aunque a nosotros nos ocultaban a don
Antonio Machado y a sus versos – la Enciclopedia Álvarez nos decía que Almanzor
murió en Calatañazor en el 1002 ¿Sería por lo de la rima? Después hemos sabido
que donde murió fue en Medinaceli…
Almanzor vivió a caballo en el
fin del primer milenio. Dicen que nació en Torrox ( hay quien también lo pone
en Algeciras), prototipo, según nos enseñaron, de quien siembra el terror con
demasiada crueldad a veces, en los reinos cristianos en el norte de la
Península Ibérica, desde el Cabo de Rosas a Finisterre.
Coincidió este hombre con el
reinado de uno de los califas grandes de verdad. Eso, no nos lo dijeron
entonces, Alhakén II, hijo de Abderramán III y padre de Hixem II. A lo que iba.
Alhaken fue un hombre culto, muy formado y amante de la paz, que negoció con
los reinos cristianos reiteradamente.
Córdoba, la capital de Califato,
tenía casi medio millón de habitantes cuando la capital occidental más
importante no llegaba a los cien mil, setenta bibliotecas (la suya personal
encerraba más de cuatrocientos mil volúmenes) librerías, alumbrado nocturno…
Alhakén amplío la mezquita y permitió la convivencia de musulmanes, judíos y
mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán).
Almanzor tenía la ambición del
poder dentro de sí mismo. Nada ni nadie iba a frenarlo Al morir Alhakén, su hijo
Hixem fruto de su unión con la vascona Subh, subió al poder. Era un niño.
Almanzor (obvio su nombre en árabe) eliminó todo lo que se opuso delante,
anulando incluso al propio califa.
Las crónicas de aquel tiempo
cuentan cincuenta campañas, todas terriblemente devastadoras, contra los
cristianos. La de más eco, la emprendida contra Santiago de Compostela donde
destruyó su templo, el más famoso de la cristiandad. Se trajo sus campanas a
Córdoba…
No aprendió nada de la
magnanimidad de Alhaken…¿Habrá un nueva sombra de Almanzor en el mundo con el
miedo y el terror bajo su manto?
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