Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Castellfullit de la Roca

 

 

                      

Un amigo viajero que gusta de perderse por los sitios a los que no suele ir nadie, o mejor dicho, casi nadie, ha estado por tierras de Gerona y se ha andado por parajes insólitos, desconocidos pero con una belleza que está allí para quien se atreva ir a descubrirla.

Se ha acercado hasta el pueblo más pequeño de Gerona, el segundo más pequeño de Cataluña y uno de los más pequeños de España. Se llama Catellfullit (en catalán cambian la ‘u’ por una ‘o’ Tampoco, con lo que cuesta pronunciar el nombre, creo que llegue la sangre al río.

Por cierto, el pueblo está en un lugar elevado, de suelo basáltico, erosionado a ambos lados por los ríos Fluviá y Toronell que han configurado un paisaje tan único, como diferente y distinto a otros que uno pueda encontrase por esos mundos de Dios.

Me documento para poder escribir estas líneas. Referente al  ‘Castell´(castillo) puede ser una reminiscencia de 1096 donde pudo haber un castillo, aunque el pueblo no ha destacado nunca por un espíritu de guerras medievales. Otra versión, que no tiene nada que ver con el castillo, lo atribuye a la configuración de la enorme pared de roca basáltica sobre la que asienta. El pueblo es un pequeño dédalo de calles entrecruzadas entre sí, que conducen a la parroquia de San Salvador.

En cuanto a la segunda parte del nombre, ‘follit’, hace referencia a posibles hojas de pizarra, cosa que no existe en la zona, pero si a las lámina de la composición de basalto – rocas ígneas formadas por silicatos de magnesio, hierro y sílice – de una enorme dureza.

Al ser término municipal mínimo, los habitantes han trabajado como temporeros para otros pueblos de la Garrocha, comarca gerundense entre el Ripollés, Osona y el Alto Ampurdán (Me acuerdo de los Viaje a pie de Josep Pla). Su riqueza en aguas, con lluvias frecuentes, tinta a su paisaje muy verde en verano, con vegetación exuberante, y muy frío en invierno, con frecuentes nevadas en la zona, y en el Pirineo cercano.

Cuando he recibió las fotografías del viajero, he puesto en la agenda una nota para cuando se pueda realizar una visita a la zona. De por sí, ya ofrece atractivos como para seducir a los más intrépidos que buscamos sensaciones diferentes.