Para su tiempo le dio sentido
al nombre. Vieja, casi de las primeras. Le ganó el pulso la que lleva por
nombre ‘Postigo’ o sea, el postigo del adarve que daba acceso por entre la
muralla. Desde el castillo se bajó por el arrabal de entonces, el ‘albaicín
blanco’ de ahora y se abrió hacia otros lugares.
Se accede por una cuenta
empinada. Atrás se queda el pueblo. Conforme se sube es, al principio, angosta,
encajonada entre la cal de sus paredes y el cielo. La subida lenta, con calma.
Queda mucho trecho.
En el primer recodo, a la
derecha, en todo lo hondo el río. Va camino de la mar. Se abre paso entre
vergeles verdes de huertas salpicadas de casitas como esparcidas a voleo, como
un espurreo que dejó la Vía Lactea en la tierra. Canca, el arroyo Hondo donde
los alfares iberos decían de tiempos viejos… En la lejanía, recortados sobre el
horizonte, las sierras de Alpujata y Mijas y…
Se abre la calle. A las
espaldas, por encima de los tejados, mosaicos de rastrojos, olivos centenarios, el Monte Redondo a donde de niños subíamos porque “desde allí
se ve el mar”… Y lo intuíamos a lo lejos, muy lejos en los días claros.
Allá arriba, de frente, el
castillo. Es él. El que soportó cercos y agobios de que desde siempre quisieron
someterlo. Recortados en el cielo torres, la espadaña de la iglesia, el
campanario que fue torre de almuédano, la torre del homenaje…
Sobre sus espaladas lleva
páginas llenas con la Hisotoria de Alora. En una de sus casas albergó al
Concejo. Luego, con el andar de los tiempos cambió de calle y de sitio y se
adaptó a lo que pedían las necesidades
del pueblo.
Dio acogida al Pósito, garantía para labradores de otros
tiempos. Las semillas repartidas eran el seguro si venía bueno para hacer
frente a hambrunas y necesidades. Siempre el préstamo se devolvía en especies,
y nunca en dinero…
Por ella subió el único Rey de
España que ha estado en Álora, Felipe IV, 2 de abril de 1620....Iba camino de la antigua
parroquia de Las Torres entre los muros del castillo. A su llegada se cantó un Te Deum.
Puede presumir de mucho...
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