Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las nuestras: Fernanda de Utrera

La niña, hija de José, el “de Aurora” y de la ‘Chacha’ Inés, nieta de Fernando Peña Soto, ‘Pinini’ nace el 9, un día frío de febrero, en Utrera. Era el año 1923. Desde su cuna escucha lo mejor de los cantes de los flamencos que desfilaban por su casa donde era religión el cante.

De la mano de Edgar Neville llega al cine con ‘Duende y misterio del flamenco’ en 1952.  Antonio Mairena, amigo personal de su padre que no se dedicó al cante profesional,  lleva a las niñas, Fernanda y a su hermana Bernarda a Madrid. Era el año 1957. No es del agrado de su padre. Quiere que las niñas canten en la casa. No solo no lo consigue sino que sus hijas rompen moldes en los tablaos de más tronío. Primero, Zambra; luego,  el Corral de la Morería,  Torres Bermejas y Las Brujas.

Con Carlos Saura, ‘Flamenco’, es la consagración del cante por soleá en la pantalla grande. Encabeza los carteles en los festivales de más prestigio en la España de entonces. Su presencia ya es prestigio  para los lugares a donde acude.

En 1964, – Fernanada y Bernarda –  van al Pabellón de España en la Feria Mundial de Nueva York. Ya había muerto su padre.  En cierto modo ‘engañan’ a la madre. Cree que la feria es como la de Utrera o la de Sevilla. En su buena fe quiere que lleven harina para ‘hacer calentitos y así se entretienen las niñas’.

Dicen los entendidos que su voz era comparable con la de Mercedes Fernández Vargas, ‘la Serneta’ cantaora del siglo XIX con gran influencia también en la Pastora Pavón, ‘la Niña de los Peines’. Desgraciadamente no hay grabaciones de aquel tiempo. La comparación, una entelequia.

Su voz ronca, rota, desgarradora la hace la más grande cantaora por soleares del siglo XX. En un homenaje a Menese, canta una letra compuesta  para ella por Francisco Moreno Galván:  "Ni la alondra malhería, / que con su canto muriera, / se quejó con más dolor / que Fernanda, la de Utrera".

Salvador Pendón la define como la ‘autenticidad’ de la raza. Recoge una soleá inolvidable: “Grande gustito has tenío, / que has estao mandando en mi / to er tiempo que tú has querio…” Murió el 24 de agosto de 2006, en su pueblo, Utrera (Sevilla).