Hacía falta un refrescón. Vino anoche de la mano de una
borrasca que nació en el Atlántico y se las anda medio espantada, medio
atolondrada, como los toros abantos que no encuentran el capote que le dé la
lidia que piden.
Estaba el campo yéndose poco a poco. Cuando digo el campo,
digo los trigos subidos, las cebadas tempranas, los yeros, las tramas de los
olivos que van de ensueño, los habares que ya granan, las higueras que se visten
con traje nuevo, las parras…
Ya mismo los racimos serán de mesa de Corpus y sangre de un
Cristo humano y nuestro que mendiga algo de amor por las esquinas. A ese Cristo se le hace
poco caso. Estorba más de lo que ellos piensan. Solo en los comedores de
Caritas y en ese ejército de personas anónimas que se dan sin pedir nada no les
ponen malas caras.
Hay, también otro dolor; otros dolores. El dolor de los
hombres parece que ha aflorado estos días de una manera diferente: un avión
estrellado en los Alpes; dos hombres que buscaban aventuras muertos en un
barranco del Atlas; Kenia; ese Oriente tan cercano…
Por aquí el campo está que llama desde lejos. Alguien dijo
que la primavera solo es pacífica en la mente de los poetas. Es verdad. Todo
está revuelto. Anoche tronaba al filo de la media noche y descargó un
chaparrón. Ni corto ni largo, preciso, justo, apropiado…
Esta mañana las lavanderas – llevan ya varios días en la
faena – seguían haciendo su nido bajo el puente de la vía del tren. Las veo
cada año. Cuando corre el arroyo el agua le da la protección ante los que no
quieren mojarse los pies, pero este año, el arroyo no ha corrido. No sé qué
puede pasar dentro de unos días cuando las descubra algún hijo de Satanás…
Ha venido bien, muy bien el refrescón. Habrá pasto para el
ganado ahora que entramos en los meses mayores. Estarán ahítas las dehesas y
algún toro pedirá la media verónica del maestro Morante, para que otro maestro,
Barbeito, le escriba aquello “Si esto es una media, Dios mío cómo será un
entera”. Más o menos.
Como siempre, nos introduce y nos llevas de paseo con tú forma de decir y exponerla.
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