viernes, 31 de enero de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Preguntas sin respuestas

                                 

Acuñó el Maestro Alcántara: “Madrid se desayunaba café con leche y César González Ruano”… Uno, desde hace un tiempo, ha cambiado parte de ese desayuno anunciado por el Maestro. Y así: Artículo de Barbeito, pincelada histórica de José María Hidalgo y, en días como hoy,  Juan Gaitán, que se une a la partida. Vamos: café, zumo y frutas… ¿hay quien dé más?

Barbeito escribe -“Silencios”, La tribu, ABC  -  de las preguntas sin respuestas: las muertes de Alberto y Ascen - ETA, Sevilla, Enero y de noche… ¿se acuerdan?, sí, calle de Don Remondo-, del Crimen de Marta, o de aquella tarde de fuego y verano en Los Galindos… Son, amigo Antonio, los silencios que gritan dentro. Al llegar a la garganta se ahoga; perdemos el resuello. Son silencios de preguntas sin respuestas.

En “Cita con la historia”, José María Hidalgo habla de la muerte de José Castillo, “el Patalete”. España de luto y muerte; sueños imposibles, ríos que no cambiaron su curso. Tiempos de represión y secuestros. Hombres terciados a lomo de bestias. Cerros y cuevas en las calizas serranas: lluvias y vientos. Llamaba la muerte al alba. Maquis y guerrilleros alargaban una guerra que demostraba el fracaso de la dos Españas…

Escribe Gaitán, “Niños pobres” (La Opinión de Málaga). La puñetera realidad. Denuncia valiente. Recuerdos de mañanas de invierno: fríos en los pies y rebecas de lanilla. Las hacían las abuelas, las madres…Tardes de sol, sillas de aneas en las recachas de las puertas. Pedro Pablo Ayuso y Matilde Conesa en las novelas de Guillermo Sautier Casaseca, Cadena Ser. Sonaba lejana la radio…


 No quiero desanimarte – ni desanimarme- amigo Juan, Sevilla y Madrid están casi en el mismo ‘barrio’ que Bruselas, o sea, muy lejos. Tanto que, a veces, se olvidan de aquellos niños que se hicieron grandes…

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