Marisa es una mujer pequeña – en estatura, claro – de ojos
grandes y negros; de mirada franca y voz quebrada por mor de una puñetera
afonía crónica en las cuerdas vocales o como se llame, que para el caso, es lo
mismo. Marisa, tiene un corazón grande y generoso. Como las buenas esencias, en
frasco… ya se sabe.
Marisa es una hormiguita del tiempo; de la colección; de la
memoria; de la fotografía. Alguien dijo: detrás de una Kodak (años sesenta)
siempre aparece un japonés. Extrapolado: detrás de una cámara digital siempre
hay una mujer. Se llama Marisa; es amiga mía.
Marisa ha recopilado, también, lo que otros miraron para que
nosotros lo viésemos. O sea, fotografías. Cuánto más antiguas, mejor. Tendrá cientos.
¿Digo, cientos? No; me quedo corto, miles. Ni ella misma lo sabe. Unas en
soporte de papel; otras, en eso que se llama pendrive, “pendrai” para los amigos.
Siempre tiene alguno perdido; siempre tiene que descargarlos;
siempre anda falta de lo que damos en llamar tiempo… Pero lo encuentra. Cada
año, en su colegio - el Cervantes de Álora - porque Marisa es docente, las
expone y nos vemos como fuimos, y nos añoramos y… nos alegramos.
Ya le faltan paredes - sala de exposiciones temporal - en el
gimnasio. La vida. La vida en la estación, aquellas máquinas del tren… ‘País,
paisaje y paisanaje’ que decía don Miguel de Unamuno. Marisa hace que tenga
actualidad la coplilla del Cancionero
Anónimo: “Ojos que no ven / o que ver
desean,/ ¿qué verán que vean?”
Experta en desempolvar la pátina del tiempo, nos muestran lo
que fue y ya no es; gente recordada, vagamente. Con esas fotos antiguas nos
dicen cómo eran…, algo nuestro que dormía en el recuerdo. Y, ahora, cuando
menos se espera, Marisa Segura Zamudio,
- ese es su nombre -, nos las trae, cada noche, de la mano de facebook.
Gracias, Marisa.
No hace falta recurrir a trucos para hacer fotos...No tienes que hacer posar a nadie ante la cámara. Las fotos están ahí esperando a que las hagas.La verdad es la mejor fotografía. ....."Robert Capa.
ResponderEliminarPrecioso comentario; sí, señor.
EliminarQue bonito artículo y que bien descrita nuestra querida Marisa, esa pequeña gran mujer que nos hace importantes a los demás, sin darse cuenta que la verdadera importante para nosotros es ella.
ResponderEliminarEloisa