jueves, 17 de octubre de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Humo de castañas

Por mor de la publicidad, dice el Corte Inglés, cuándo es primavera; le pone puertas al otoño y comunica que ha llegado el verano. Bécquer que, gracias a Dios, no supo nunca qué era eso del Corte Inglés, habló de golondrinas, de nidos y de suspiros… y de otras cosas con más poesía que el mercantilismo de la tarjeta de plástico.

Viene este otoño con ganas de no llegar. Como el mal alumno que da un rodeo y sube y baja de la acera y arrastra la cartera, y bebe en la fuente y  cruza de calle para llegar, lo más tarde que pueda, a la escuela. Así se las anda el otoño.

Juega a aceituna arrugada en los olivares, a naranjas que no toman color, a lluvia que no llega, a rastrojeras lambidas, a otoñada tardía, a lomas pardas sin cogujadas detrás de la yunta de paso cansino y copla de besana. Juega, el otoño, a no venir.

Subían las mujeres, andando, por estas fechas, a las Torres. Daban un aseíto a los nichos. El sepulturero tenía su negociete con la cesión de escaleras porque algunos – los más altos – tenían difícil arreglo. Las lápidas quedaban relucientes. Dentro de unos días, cuando lleguen los Santos, la visita será masiva y habrá recorrido general, uno por uno…

Casi nada sale este año como tenía que salir. Mi amigo José María a quien voy a tener que dar la razón con lo del cambio climático dice - la estadística, también - que cada vez se alarga más el verano y que las estaciones se empujan unas a otras.

Sólo hay alguien en su sitio. Ni otoño, ni temperatura, ni mujeres andando al cementerio, ni chopos dorados en la ribera… Antonio, -Antonio Díaz- tiene en la Veracruz su puesto de castañas. El humo blanco del infiernillo compite  con el sol que achicharra. Y Antonio, en su puesto.


Le nace la sonrisa en la cara. Amable, trabajador incansable, conversador… Tiene la experiencia que da el trato con la gente. Sabe más que cuenta y dice lo que quiere y a quien quiere. Desde hace unos días, turiferario del otoño, llena la calle con el incienso blanco que manda desde las ascuas de sus castañas. Un año más…

1 comentario:

  1. Si esto sigue así, - aunque nosotros no lo veremos- estaremos celebrando la navidad en la playa.

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