Por mor de la publicidad, dice el Corte Inglés, cuándo es
primavera; le pone puertas al otoño y comunica que ha llegado el verano.
Bécquer que, gracias a Dios, no supo nunca qué era eso del Corte Inglés, habló
de golondrinas, de nidos y de suspiros… y de otras cosas con más poesía que el
mercantilismo de la tarjeta de plástico.
Viene este otoño con ganas de no llegar. Como el mal alumno
que da un rodeo y sube y baja de la acera y arrastra la cartera, y bebe en la
fuente y cruza de calle para llegar, lo
más tarde que pueda, a la escuela. Así se las anda el otoño.
Juega a aceituna arrugada en los olivares, a naranjas que no
toman color, a lluvia que no llega, a rastrojeras lambidas, a otoñada tardía, a
lomas pardas sin cogujadas detrás de la yunta de paso cansino y copla de
besana. Juega, el otoño, a no venir.
Subían las mujeres, andando, por estas fechas, a las Torres.
Daban un aseíto a los nichos. El sepulturero tenía su negociete con la cesión
de escaleras porque algunos – los más altos – tenían difícil arreglo. Las
lápidas quedaban relucientes. Dentro de unos días, cuando lleguen los Santos,
la visita será masiva y habrá recorrido general, uno por uno…
Casi nada sale este año como tenía que salir. Mi amigo José
María a quien voy a tener que dar la razón con lo del cambio climático dice -
la estadística, también - que cada vez se alarga más el verano y que las
estaciones se empujan unas a otras.
Sólo hay alguien en su sitio. Ni otoño, ni temperatura, ni
mujeres andando al cementerio, ni chopos dorados en la ribera… Antonio,
-Antonio Díaz- tiene en la Veracruz su puesto de castañas. El humo blanco del
infiernillo compite con el sol que
achicharra. Y Antonio, en su puesto.
Le nace la sonrisa en la cara. Amable, trabajador
incansable, conversador… Tiene la experiencia que da el trato con la gente. Sabe
más que cuenta y dice lo que quiere y a quien quiere. Desde hace unos días,
turiferario del otoño, llena la calle con el incienso blanco que manda desde
las ascuas de sus castañas. Un año más…
Si esto sigue así, - aunque nosotros no lo veremos- estaremos celebrando la navidad en la playa.
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