domingo, 13 de octubre de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El bodegón

Los tiempos, anunciaba don Hilarión en la Verbena de la Paloma, adelantan que es una barbaridad. Les digo. Antes para ver un bodegón bueno había que ir a un museo de categoría. Los almanaques de Explosivos Riotinto mostraban unas estampas preciosas. Debidamente recortadas y enmarcadas ocupaban sitio en el salón de la casa.

No van por ahí las intenciones de hoy. Mi amigo Fermín Adame ha colgado en facebook una foto de ensueño. Es - así se lo dije en el comentario - un bodegón propio de Zurbarán: uvas, membrillos, granadas, castañas que rompen el erizo, azufaifas… y la luz, la luz de la Sierra de Huelva (Encinasola) para el caso, que pone lo que hace falta.

Decía Fermín, y con razón, que “era fruto de la tierra y del trabajo del hombre” y yo, le agregué y de la mano de Dios. Este es el Dios que hace salir el sol cuando acaba el alba, y que de noche, brillen las estrellas; que trae la lluvia y el viento, y el perfume a la primavera y el color a los atardeceres de otoño.

Tienen colgados, en un panel, en el claustro de la remozada catedral de Tarazona unos versos de Alberti donde Rafael se pregunta porqué los templos están tan vacios si Dios habla en ellos… No es hacer una apología del panteísmo. No. Es que Dios sale cada mañana a dar un paseo y, luego se acurruca, en ellas, cuando vienen las sombras. Ustedes me entienden. ¿Verdad?

No es el Dios vengativo y justiciero, que chorrea sangre a raudales y cuanta más crueldad y regodeo en su sufrimiento, mejor. No. No es el Dios del catecismo del padre Ripalda de fuegos eternos. Estoy convencido que ese señor –Ripalda- no quemó nunca leña en verano, si no habría escrito otra cosa.


No es el Dios escondido en la penumbra de los templos que huelen a humedad, a cirio apagado y a viejo. El mundo del  XXI quiere otro Dios, el que hizo la luz… y vio que todo era bueno y lo dejó para que el hombre lo gozara y lo compartiera con los otros hermanos… y que ha puesto, su mano, sobre el bodegón de uvas maduras, granadas, azufaifas y membrillos y castañas que rompen el erizo. “mil gracias derramando paso…” Eso. Lo de San Juan de la Cruz.

1 comentario:

  1. Amigo Pepe, muchas gracias por el honor que me haces, al tener como objeto de tu escrito la fotografía que subí ayer a Facebook, me alegró mucho que ésta fuese de tu agrado y de otros amigos, de ahí mi comentario donde utilizaba un párrafo de la liturgia de la misa y, posteriormente indiqué me gusta al tuyo: “y la mano de Dios detrás”, ya que me pareció una justa apreciación con la coincido totalmente, porque quienes aprendimos y, aun conservamos, el decir desde el “buenos días nos de Dios” al “hasta mañana si Dios quiere” sabiendo que Él está en el transcurrir de cada instante de nuestra vida, estamos lejos de panteísmos y deidades como la pachamama.
    Así que me permito acompañar tu alusión a San Juan de la Cruz con un fragmento del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís
    “. . . . .
    Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
    la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
    las hierbas y los frutos y flores de color,
    y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
    . . . . . .”

    Un abrazo y a seguir deleitándonos con tus escritos a la par que aprovechas para evangelizarnos un poco.

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