20 de octubre, viernes.
Recogen las informaciones de prensa que un grupo de viticultores franceses han
volcado la mercancía que portaban camiones españoles tras pasar la frontera
entre España y Francia. No quieren que entre vino producido en España.
Hace un montón de años, cuando
llegaban las frutas españolas de verano, más tempranas por climatología, que
las que se producían en Francia, ocurrían ataques casi idénticos. Piquetes,
gente incontrolada, agricultores de allí que se sentían agraviados por los de
aquí que jugaban con factor de ser fruta más temprana e incluso más competitiva
que la de ellos y una ensarta de excusas.
Decían los que sabían que eso
se acabaría. Cuando entremos en el “Mercado Común” - ¿Se acuerdan? - será maravilloso. De aquellos polvos de
promesa los lodos de reducción de producción, cortapisas con cantidad de
papeleo y burocracia; los mismos intermediarios , bueno, los mismos no,
aquellos se murieron. Se reemplazaron por otros nuevos… y toda la retahíla que
quieran añadir al invento.
El campo español tiene problemas
con la producción. Estamos llamados a arrancar frutales, cítricos, cereales… Ya
ocurrió algo parecido con la cabaña lechera. Miles de vacas de la cornisa
cantábrica, Andalucía y Extremadura pasaron al matadero. Podemos seguir hasta
aburrir a las ovejas. Por cierto, los ganaderos del ovino no tienen precio por
la leche, deben transformarla en queso y carecen de precios para la lana. Ya no
van desde los campos de Castilla llevando la fibra a los puertos del norte.
Somos parte de Europa. Ni más
ni menos que otros países que forman ese mapa participativo donde las trabas han
enterrado algunas de las buenas intenciones. Se hablaba de la libre circulación de personas
y mercancías ¡Ya ven! Estamos lejos, muy lejos de aquella Europa soñada al
final de los años cincuenta del siglo pasado.
Las siglas de Benelux, Mercado
Común, CEE… eran cosa de antes. Ahora me parece que las han reducido a CE (Los
funcionarios, no). Hay algo evidente. Hemos conseguido muchas cosas y al menos entre
nosotros, por ahora, no nos declaramos la guerra. Europa están formada por una
sociedad de viejos, decrépita y decante. Se han perdido muchos valores que la
hicieron admirable. Sé que esto que acabo de decir es duro, durísimo, pero me
veo decepcionado por pertenecer a algo con lo que soñamos y pensábamos que iba
a ser otra cosa. Claro, eso era antes…
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