Esta mañana he subido al Hacho.
Día entoldado; calor. Iba con un amigo. Me insinuó porqué no publicaba
pinceladas de lo que nos atañe. Le he hecho caso. Desde hoy, aparecerán bajo el
epígrafe de: "Lo nuestro". Todo lo que leerán ustedes, ha sido publicado con anterioridad - de ahí la cita - ;
algunos lo conoceréis. Gracias de antemano.
“Si das en venir por el Lugá
(aquí, como en otras muchas, a la tierra propia se le llama ‘El Lugá’), ármate
de paciencia.
Bebe agua en todas las fuentes,
aunque de las de antes, ya casi no quedan. Hasta los años cincuenta del siglo
XX, claro, poseíamos la menor dotación de agua potable de la provincia de
Málaga. Las esperas para llenar los cántaros en las fuentes – aún no había agua
potable en las casas – eran larguísimas. Daban para mucho. Riñas frecuentes –
“ahora entremeto, yo”- horas y horas de chácharas…
En mi casa – decía, una -
¡están de delicados! No quieren comer de nada. El otro día, guisé un pollillo
con tomates y allí está en la alacena. ¡Ni lo han probado!
-“Mamaíta,- terció el niño pequeño atento a la
conversación - ¿dónde está la carne que yo no la he visto?”
MORALES GARCÍA, J. Álora, como casi cuentos de recacha.
Álora, 2002
Por la foto de Álora que publicas, Pepe...
ResponderEliminarUna muchacha de blanco
se acuesta en el meceero,
el día menos pensado
meciéndose llega al cielo.
Aquí, como tú bien conoces, cielo y suelo casi se dan la mano... Un abrazo.
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