El Mediterráneo está como los niños respondones. Verán. Allá muy
lejos donde el Caribe baña las costas de América se formó hace unos días un
ciclón de esos malos que se lo llevan
todo por delante. La lió. Luego viró hacia Europa y se sosegó. Le pusieron por nombre Joaquín.
Primero bañó las costas gallegas; después se bajo
hacia las Azores y se adentró en la Península por el Golfo de Cádiz. Dicen mis
amigos de Sevilla que allí ya llovido sin miseria. La marisma está preciosa. En
la marisma – lo decía Barbeito – el sol le rompe los cristales al agua.
A lo que iba. El Mediterráneo no ha querido ser
menos. Se ha ensartado en una sucesión de borrascas formadas en sus propias aguas
y a la zona de Levante la está machacando. Agua, tormentas y vientos. Una
delicia o un regalo para un compadre que para el caso como que lo mismo.
Por el Mediterráneo vinieron, en otros tiempos,
también, otras cosas. Negociantes de Tiro y Sidón, o sea, Fenicios. Se trajeron
el olivo, el alfabeto y la moneda - ¡ay, el parné, dichoso parné! - Navegaron
con ayuda de palomas mensajeras y cruzaron el Estrecho de Gibraltar…
Años más tardes: griegos y romanos. Grecia aportó la
Democracia y la Filosofía; Roma, el Derecho y la Lengua – esa en la que parece
que nos cuesta tanto entendernos – y nos la dejaron por aquí como algo único.
Los árabes también venían de tierras más lejanas aún
- aunque éstos era más de secano - y
prefirieron los caminos de las tierras
del norte de África. Con ellos, mucho de poesía y de ciencia: las Matemáticas,
el Ajedrez y la Medicina…
El Mare Nostrum ha sido un hervidero. Culturas, religiones,
idas y venidas “yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron / - soy de la
raza mora, vieja amiga del sol -, que todo lo ganaron y todo lo perdieron. /
Tengo el alma de nardo del árabe español”, escribió don Manuel Machado.
Ahora en el
Mare Nostrum proliferan las borrascas. No les ponen nombre de personas; las
llaman gotas frías. Las personas naufragan. Se ahogan en las aguas azules y no
llegan a la tierra prometida… ¡Qué cosas, Dios mío!
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