Plácido Fernández Viagas, primer Presidente de la Junta de Andalucía en 1978, es hoy un hombre casi olivado en
su tierra y un desconocido para la mayoría del pueblo español. Su nombre solo
aparece en el repaso de las hemerotecas y entre algunos militantes del Partido
Socialista como alguien de un pasado muy remoto en los albores de la Transición.
Como “comprometido, rebelde y
honrado” lo define la doctora en Historia Contemporánea, Lola Villar Lama que
acaba de publicar una biografía política, “Andalucía. Una cuestión de justicia”,
su tesis doctoral, sobre este hombre crucial en el echar a andar de la
Democracia en Andalucía. La obra está editada por el Centro de Estudios
Andaluces dependiente de la Consejería de Presidencia.
Lo presenta la doctora Villar
Lama como un socialista liberal, muy honrado, de una formación muy sólida, de
hondas raíces cristianas adquiridas en su formación ‘marianista’ y de una
convicción profunda basada en su sentido de la justicia social.
Él era consciente de que su paso
por la política sería breve. Se definía como autonomista, españolista y nada
andalucista. Su idea de la claridad con que debía hablarse al pueblo – a él le
interesaba el pueblo andaluz por dentro – no iba a ser aceptada por todo el
aluvión político que se avecinaba.
En el mitin de Alcalá -1977-
expresó su sentido de hombre cristiano y expuso su verdad, en el fondo era la
verdad del pueblo que aquellos momentos lo escuchaba y que esperaba la mano de
ayuda para salir de un estancamiento en la injusticia que duraba mucho tiempo.
Lo llama – al parecer le
gustaba llamarse así – como un andaluz de Tánger, padre de familia numerosa que
se acercó a la sociedad a través del servicio, como Juez en diferentes puestos
en La Palma, Tenerife, Cádiz y Sevilla, como político, en el Senado y en la
Junta de Andalucía y otra vez, posteriormente, en el Poder Judicial o en
Tribunal Constitucional.
ABC, en su edición de Sevilla,
acaba de publicar una extensa reseña de la obra, así como palabras muy directas
de la autora, Lola Villar, donde manifiesta que fue el profesor Moreno Alonso
quien influyó para que se decantase por el estudio sobre Plácido Fernández
Viagas y no Julián Marías como era su intención primera.
Muchas gracias, querido Pepe. la "doctora" te está muy agradecida por estas cariñosas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.