domingo, 25 de abril de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Último domingo de abril

 

 

 

                           

                       Fresco, altar mayor, Virgen de la Cabeza. Ermita de Santa Brígida. Álora

 

Tiempo lluvioso, revuelto. Nubes que pasan, aguaceros a veces, intensos, en otros, cuatro gotas mal contadas. Una pandemia a la que le cuesta. La gente casi aburrida de tanta espera a las vacunas, que llegan con lentitud exasperante… El campo en flor: amapolas en los trigales, rosas en los rosedales, nido de hogaño con pajarillos nuevos.

La Andalucía mariana y fervorosa, celebra la festividad de la Virgen de la Cabeza. Andalucía a la que siempre se le pide que marque un paso diferente, también lo hace con la devoción a María. El pueblo de Sevilla declaró el Dogma de la Inmaculada Concepción siglos antes que el Papa Pío IX, en 1854 proclamase el Dogma…

Decía Manuel Machado que “hasta que el pueblo no las canta / las coplas, coplas no son”, No es igual, pero parecido. El pueblo ha hecho púbica su devoción a María desde hace cientos de años. Lo ha hecho bajo las advocaciones más diferentes. Unas veces como solución a su necesidad. Se le relacionó con el agua como fuente de vida y se la llamó Fuensanta o Cañosanto, o a la subsistencia y, entonces, fue: Prado, o lo hizo más extenso y la llamó Virgen del Mar.

La devoción a la Virgen de la Cabeza arranca en el siglo XIII. Una aparición a un pastor de Colomera (Granada) en un cerro de Sierra Morena, de ahí la palabra Cabezo, y luego, Cabeza, se hace extensiva a toda Andalucía y al resto de España.

Es la romería más antigua de España y el rey Carlos III tuvo que limitar el acceso de peregrinos en la festividad de la Virgen y ordenó la creación de una casa de expósitos en Andújar, por el número de niños que nacían y luego se abandonaban como consecuencia de los desmanes en la celebración.

En Andalucía, en muchos lugares, comparte patronazgo: en Álora (se le reconoce veneración en 1635) con la Virgen de Flores, en María (Almería), en la comarca de Chirivel y los Vélez con santa Quiteria, en El Carpio (Córdoba), con la Inmaculada… En otros, la devoción está muy arraigada, en Madrid, bajo el amparo real, con la Almudena; con la Virgen de los Reyes, en Sevilla a donde llegó de la mano del gremio de curtidores que la instaló en el convento ‘grande’ de la Orden del Monte Carmelo en el siglo XVI…

Último domingo de abril, Andalucía celebra la festividad de la Virgen de la Cabeza.

2 comentarios:

  1. Una reflexión profunda y precisamente expresada y relatada. Es una invitación generosa a poder apropiarsela y disfrutarla.
    Gracias

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  2. "Hasta que el pueblo LAS canta..."

    Por lo demás, magnífico texto, Pepe.
    Un abrazo.

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