miércoles, 28 de abril de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El tren

 

                                 


El tren entró en el túnel; de pronto se hizo la oscuridad y todo el departamento se llenó de un humo negro y denso. Un momento antes, al salir de la estación de Gobantes, ninguno de los viajeros pensaba que podría sobrevenir tan rápida la noche, y lo que es más, un aire tan irrespirable.

El soldado que estaba junto a la ventanilla subió, precipitadamente, el cristal que tenía bajado y lo fijó en la parte superior con una pestaña habilitada para ese uso. La muchacha joven, de pelo rizado y ojos grandes, comenzó a toser de una manera descoordinada; el matrimonio mayor seguía sin hablar. El fumaba; ella asió con más fuerza el bolso y lo estrechó sobre su pecho, él tenía la mirada perdida hacia el techo del vagón donde había un luz tenue y amarillenta, semiapagada que apenas iluminaba el departamento.

-         ¡Mamáaa…!

-         ¡Agua…!

-         Espera que ya mismo llegamos…

-         Tengo sed, repitió el niño que iba a lo suyo.

El hombre que vendía los refrescos en un cubo de cinc oxidado y viejo, desde el fondo del vagón levantó la voz para que todos los viajeros escuchasen la mercancía que ofrecía:

-         “Llevo la gaseosa fresca, fresquita como el agua de la maaar…”

-         ¡Mamáaa…!

Una voz impetuosa, se sobrepuso al traqueteo del tren que dentro del túnel ofrecía un ruido ensordecedor:

-         ¡Espera…!

Súbitamente se hizo la luz. Fue algo muy breve. Entre túnel y túnel que los viajeros casi no tuvieron tiempo de contemplar se abrió el día y entró un paisaje como escapado de otro mundo. Por la ladera de enfrente ‘pasaba’ despacio y se alejaba en dirección contraria a la marcha del tren…

-         El Caminito… Dijo el hombre mayor que no había leído (o que habían puesto para otra gente) el letrero sobre placa de porcelana en la portezuela de entrada: Prohibido fumar. Había otros letreros: Es peligroso asomarse al exterior o Prohibido escupir

-         ¿Qué?, preguntó ella, de manera mecánica y abstraída.

-         El Caminito del Rey….

-         ¡Ah!

El tren aminoró la marcha. Casi a paso lento, alguien diría a paso de hombre, entró en la estación de El Chorro. Un hombre con traje azul marino y tocado con una gorra con la parte superior roja tenía desplegada y extendida hacía la vía una banderola que indicaba que era obligatorio detenerse….

El tren correo casi vacío, que venía de Madrid se estacionó en la vía cercana al andén a media tarde.

 

 

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