La Alcarria es una tierra, a
medio camino entre Zaragoza y Madrid, pasado Guadalajara. La Alcarria es tierra
de miel y pastores. Un descampado con los pueblos esparcidos, a voleo, con
mucha historia y mucho abandono de los hombres que han luchado para
sobreponerse al tiempo.
De La Alcarria sabemos por el
Arcipreste, Juan Ruiz, por Manu Leguineche, o por Cela. Del Libro del Buen Amor
se sacan costumbres, refranes; de la obra de Manu – que vivió en Brihuega –
cómo es la gente; del viaje de Cela dos cosas, el libro de viajes, Viaje a la
Alcarria, delicioso, y el
otro viaje, el que no cuenta en el libro pero que hizo con unas condiciones
diferentes.
Por cierto, Cela, a pesar de que
se lo preguntaron muchas veces no iba a Zaragoza. Nosotros, y digo nosotros
porque la última vez íbamos en grupo, tampoco. Intentamos comer algo en Tórtola
Henares – que todavía no es Alcarria aunque está casi en la puerta -pero no nos
dieron, y nos fuimos a Torija y allí sí que nos dieron, y muy bien, en Pocholo,
casi a pie del castillo, al revolver de la plaza…
De otras veces anteriores quedan
marcadas imágenes de Cifuentes y Trillo con el Tajo que es un río todavía muy
joven y Córcoles y Zorita de los Canes y Sacedón, Buendía y las
aguas remansadas en Entrepeñas y Pastrana…
Pastrana amasa historia y tragedia
entres sus piedras. Tiene mucho de ciudad medieval donde el tiempo se sentó en
un escalón, escuchaba cómo caía el agua de los caños de la fuente y esperó la
llegada del Renacimiento. Está ligada íntimamente al recuerdo de la princesa de
Éboli.
¿Qué había de verdad en la
leyenda de su ojo tapado? ¿Qué había de venganza hacia ella en el entramado de
Escobedo, Felipe II y Antonio Pérez? No lo han conseguido averiguar los
investigadores a través de investigaciones concienzudas.
La Plaza de la Hora por donde decía
Cela que se ponía el sol, un mudo
testigo de tantos y tantos misterios como se encierran en las vidas de las
personas, aguanta impertérrita con gente que toma el sol en sus bancos en las
mañanas soleadas y frías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario