jueves, 23 de julio de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La mujer de los ojos de color de la miel






“Muchos son los llamados, pocos los elegidos” Más o menos así lo deja dicho el Evangelio. Lucas, Lucas G. Rengel, entra en el equipo de los elegidos para formar parte como uno de los grandes que aportan mucho a la Historia de Álora.

Ha publicado en la Editorial Círculo Rojo, su cuarto libro: El hijo del capitán.  ‘Una novela de ambiente histórico’ donde conjuga tres elementos esenciales. Su formación – es licenciado en Historia -, su profesión, docente: sabe lo que dice y hace que llegue a quien va dirigido y su vocación de deportista al poner a cada uno en el sitio donde sabe que el rendimiento es el mejor.

Abindarráez, noble abencerraje, que según la leyenda, “El Abencerraje y la bella Jarifa’ huye de Granada para salvar la vida, refugiado en Cártama, se enamora de Jarifa con quien se casa en Coín. Camino de los desponsales es hecho prisionero por las tropas de Puerto Carrero, alcaide del castillo de Alora que lo deja libre con la promesa de volver, una vez casado, con Jarifa “la mujer de ojos almendrados y de color de la miel…”

Puerto Carrero, admirado del cumplimiento de la promesa, le concede una almunia en las cercanías al arroyo Xébar y próximo al río “del silencio”, donde vive una vida pletórica y desde donde marcha a Fez, al final, ante los peligros que se ciernen con el tema  intolerante que rebela a los moriscos. El ambiente de la novela transcurre entre finales del XV y principios del XVI.

Se apoya en temas históricos: asesinato de los abencerrajes, Guerra de Granada, toma de Álora (al-Lura) que pasa a poder de Castilla, Rebelión de los moriscos, pero sobre todo, refleja aquella sociedad  con una riqueza de vocabulario admirable y donde queda constancia de mensajes de solidaridad, tolerancia,  amistad, generosidad, honor….

Y sobre todos ellos, el amor. El amor entre Abindarráez y Jarifa que hace los mejores pasteles árabes y a los convida siempre a sus visitas. Jarifa, consejera y fiel, bella por fuera, y más, por dentro.

Una obra excelente. Deja momentos emotivos: la despedida del hijo o de los amigos, de la perra “Diamela” o de “Lucero”, el caballo enterrado en las arenas del desierto. Al final, uno admira y envidia al hombre que siempre tuvo muy cerca a la mujer de “ojos almendrados y de color de la miel”.



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