miércoles, 15 de julio de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. A la Virgen cirio.






“A la Virgen cirio y a la mar, maera” cantaba la copla. De las tres Vírgenes del verano –la del Carmen, Asunción  y Natividad- la ‘marinera’ abre puerta en el calendario. La gente, cuando eran años ‘normales’, se llegaba hasta el rebalaje. (Este año no toca). La tarde decía adiós al día y entonaba un canto que es un rezo: ‘Salve Reina de los mares…”

A mi entrañable Paco Rengel debo una tarde inolvidable en El Palo. Rosi, José Marí, Maribel. Paqui… Hombres de la mar con su fe a cuestas.  Hombres duros, de cara arrugada y alma curtida que saben de olas y arreboles que anuncian cambio de tiempo, de tempestad y mar brava, y que sacan, a manera de copo, lo que dan las profundidades.

Sabe la gente de la mar de noches de levante, con olas por proa y popa, de días de mar revuelto y, otros de mar azul con pañolitos que arranca el poniente y el agua se queda fría. Desde lo más hondo, suben presagios de cosas que pueden pasar y que, algunas veces, pasan y, entonces parece que la Virgen de la mar viene y les echa la mano que a ellos les falta.

Hace unos días,  un pesquero de Vélez “Nuevo Rafael” se las andaba por el mar de Alborán. Se dio la vuelta y naufragó. Tres hombres llegaron a puerto, uno se quedó en alta mar. Lo buscan. No hay rastros. Aumenta el dolor y la angustia…¡Ay Virgen del Carmen!

De niños, nos dijeron que la Virgen del Carmen sacaba a las almas del purgatorio. Mi abuela tenía un cuadro que a mí me daba miedo. Mujeres y hombres con medio cuerpo desnudo –los hombres- ardían entre llamas. La Virgen del Carmen, con el Niño en su brazo izquierdo, les ofrecía desde las alturas un escapulario. Siempre estaban allí. Esperaban una redención. Me hice grande y seguían las mismas personas ardiendo…

De mayores supimos que el Papa dijo, que el purgatorio no existe. Más o menos. A veces, uno se hace un lío con aquello de los purgatorios y esas cosas y, sobre todo cuando ve los telediarios, escucha lo que aprueban los consejos de ministros y ve cómo va el mundo cada día… Me pregunto y ¿si la Virgen del Carmen nos echa un escapulario y nos saca de este purgatorio que sí que existe?






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